La Caixa asciende a doña Cristina

Alba Díaz-Pachín | alba.diaz@lavoz.es

SOCIEDAD

MANUEL BRUQUE

17 mar 2005 . Actualizado a las 06:00 h.

Todo son buenas noticias para los duques de Palma. Tienen tres hijos monísimos y esperan el cuarto, se compran un impresionante palacete en una de las zonas más exclusivas de Barcelona y, desde ayer, la Infanta Cristina es directora del Área Social de la Fundación La Caixa. A partir de ahora, la hija de los Reyes tendrá responsabilidades en programas para personas mayores y cooperación internacional. Más concretamente se ocupará del fomento del voluntariado, la atención a la violencia doméstica, la financiación a través de microcréditos, la construcción de viviendas a precios asequibles y la protección del medioambiente. Ojalá todas las mujeres, embarazadas o no, progresasen igual. Ver a los Príncipes de Asturias , y en especial a Letizia , fue más de lo que la fallera mayor infantil de las fiestas de Valencia pudo soportar. En la recepción que Felipe y su mujer realizaron ayer en el Ayuntamiento, la pequeña Cristina Sánchez no pudo contener la emoción y rompió a llorar en el momento en que apareció ante sus ojos la mujer a la que había visto convertirse en princesa en las revistas y en la televisión. Atrapada por sus lágrimas, Letizia la acarició, se hizo fotos con ella, se interesó por su vestido, por los moños de su peinado y no se separó de ella ni un momento mientras, junto al resto de la comitiva, presenciaban desde el balcón municipal la ruidosa mascletá que abre la fiesta de las Fallas. Curioso es también que la fallera mayor de este año es de origen armenio y se llama Gueguel Massmanian . Esto sí es globalización. Adolfo Domínguez, premio Toxo Un grupo de periodistas ourensanos se reúnen cada año, convocados por el Café Isaac, para premiar y castigar a algunos ilustres de la provincia. Para ello conceden los premios Toxo e Morogo. Como se pueden imaginar el primero es un castigo y el segundo, una recompensa. En esta ocasión el Toxo ha ido a parar a Adolfo Domínguez «pola súa escasa implicación no eido social e na crise económica que ven arrastrando a provincia ourensana». Así lo dicen, ni más ni menos. El Morogo le ha correspondido a Moncho Borrajo, «que sempre se sentiu vencellado a esta terra e en especial a Baños de Molgas», dicen los miembros del jurado, vinculados todos a la vida periodística y cultural de la ciudad. Ahora sólo queda esperar si los galardonados acuden a recoger estos premios, que son la versión auriense de los Naranja y Limón de los famosos.