El tercer hombre

SOCIEDAD

17 sep 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

LAS elecciones presidenciales en Estados Unidos son cosa de dos. Pero siempre aparece un personaje que rivaliza por el protagonismo con los grandes candidatos. Les sucedió a Bush padre y Bill Clinton con David Duke. Un ex dirigente del Ku Klus Klan, apodado Puke (vómito, en inglés), que no se conformó con guardar silencio cuando fue apeado del cartel de los republicanos. Bush hijo y Al Gore tampoco estuvieron solos en la carrera a la Casa Blanca. Entonces fue Ralhp Nader, ecologista y defensor de los consumidores, quien se quedó con más de un titular y, a la postre, según los demócratas, quien le dio la presidencia a Bush. En la pugna actual también apareció el tercer hombre. Ni es candidato ni quiso serlo. Pero emplea todas sus energías para evitar que vuelva al Despacho Oval el republicano que tiene al mundo en vilo. Una ayuda inestimable para el aspirante Kerry, si no fuera porque el personaje está logrando que se hable más de él que del propio candidato. Es Michael Moore, el azote de los Bush, que lleva años sacando los colores a la satisfecha sociedad norteamericana. Ganó reconocimiento con documentales como Bowling for Colombine y cobró popularidad con su discurso antibélico en los Oscar. Pero con la campaña política está alcanzando el estrellato. Se le acusa de panfletario, maquineo, manipulador y mentiroso. Nada que no resista una comparación con lo que vienen haciendo Bush y los suyos desde antes incluso de ganar las elecciones del 2000.