Santiago se convierte en la capital del rock con el mayor festival del año

David Gippini SANTIAGO

SOCIEDAD

PACO RODRÍGUEZ / XOÁN A. SOLER

Los componentes de Massive Attack y The Chemical Brothers llegaron durante la tarde de ayer a Compostela La organización espera que hoy llegue Lou Reed, un día antes de su actuación

14 jul 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

A partir de esta noche, y durante los tres próximos días, Santiago vivirá al ritmo marcado por los Concertos do Novo Milenio , un festival que promete convertirse en uno de los acontecimientos del verano y en el plato fuerte de la programación del Xacobeo. Las calles de la ciudad se convirtieron ayer en un hervidero por el que desfilaron los aficionados más madrugadores, sin saber que, muy cerca de allí, las estrellas calentaban motores de cara su actuación. Los primeros en llegar fueron los integrantes de Massive Attack, que aterrizaron en Lavacolla poco después del mediodía y a las seis estaban ya relajándose en la piscina de su hotel. A última hora de la tarde llegaron The Chemical Brothers, y para hoy está prevista la llegada de otro de los destacados del cartel, el veterano Lou Reed. Ninguno de ellos, para sorpresa y regocijo de la organización, ha mostrado maneras de divo ni se ha descolgado con extrañas peticiones, al margen de un amplio local en el que depositar el voluminoso equipaje de su séquito. Perfil del público La ciudad, en cualquier caso, ha cambiado de cara por unos días. A los peregrinos se han sumado los adoradores de los decibelios, y los hosteleros lo agradecen. Los cámpings y los albergues compostelanos tenían previsto colgar hoy el cartel de «completo», y los locales de copas se frotan las manos ante la avalancha prevista en las noches del fin de semana. El perfil de los nuevos visitantes no ofrece lugar a dudas: son, sobre todo, grupos de jóvenes, en su mayoría varones y de nacionalidad española, aunque también los hay de Francia, Italia o Alemania. E incluso, como comenta el encargado de la recepción de un cámping, «hay algunos cuarentones y cincuentones que vienen a ver a Bob Dylan».