Fenómenos paranormales

Alba Díaz-Pachín

SOCIEDAD

SIMÓN BALVÍS

Hechos y figuras

11 ene 2004 . Actualizado a las 06:00 h.

Todos los eneros desde aquel día 12 del primer mes del año 1998 en el que Ramón Sampedro decidió poner fin a su vida y avivar el debate sobre la eutanasia, sus amigos, familiares, vecinos y miembros de la organización Derecho a Morir Dignamente se dan cita en la playa de As Furnas (Porto do Son), donde Ramón sufrió el accidente que le postró en la cama la mayor parte de su vida, para rendirle homenaje. El de ayer consistió en una ofrenda floral, a modo de lanzamiento de decenas de claveles al mar, y la lectura de tres textos escritos por Sampedro, en el mismo lugar en el que, hace unos meses, Javier Bardem revivía aquella trágica secuencia durante el rodaje de la película Mar adentro , dirigida por Alejandro Amenábar . Y mientras ayer continuaban los debates sobre la eutanasia, ayer, en Carballo, surgía otro a propósito de la imagen que Ana García, fotógrafa de La Voz, captó en la capital de Bergantiños. ¿Qué es?, ¿de dónde viene?, ¿a dónde va? Me encantaría darles una respuesta, pero no puedo, aunque la lluvia de meteoritos de las últimas semanas ha hecho volar la imaginación de muchos. En Carballo, todos hablan de meteorito pero, francamente, ¿no sería más bien un avión en descenso? Con lo que no nos equivocamos es con la definición de OVNI, porque es un objeto, vuela y, además, no está identificado. Pero para fenómeno paranormal, el modelito que hoy les traigo a esta página y que ayer pudo verse en vivo y en directo en la semana de la moda de Milán. Que a los chicos les gusta disfrazarse de mujeres es algo evidente. Vale, no existen estadísticas ni estudios científicos, pero no hay más que salir a la calle en Carnaval para ver que más de una tiene serios problemas con el vello facial. Sin embargo lo de la foto de hoy... Sí, ya sé que es moda -este ¿trajecito?, en concreto, es de la excéntrica diseñadora británica Vivienne Westwood -, pero qué quieren que les diga, si alguien se me presenta así vestido, aunque fuese el mismismísimo George Clooney , mi respuesta sólo podría ser una: ¡No! Recordando a Mata Hari Pero bueno, que si Jorgito me aparece con unos simples vaqueros me lo llevaría, entre otros lugares, al Gran Hotel de París. Y si se tercia, incluso elegiría la reinaugurada habitación en la que solía alojarse la legendaria espía holandesa Mata Hari, a ver si se me pega algo de la femme fatal . No sé cuánto costará el cuarto, pero si es con George, invito yo.