Con Marcelo, entra en la galaxia Michelín la joven cocina gallega

José Varela A CORUÑA

SOCIEDAD

12 dic 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

La nueva hornada de cocineros que están dando un vuelco a la gastronomía gallega ya tiene su reconocimiento internacional. La Guía Michelín de hoteles y restaurantes de España & Portugal del 2004 ha premiado con una estrella el establecimiento que regenta en Santiago Marcelo González Tejedor, miembro del grupo Nove y uno de los más brillantes profesionales de la restauración gallega del momento. No es frecuente que un heterodoxo que prescinde de carta en su restaurante y que varía diariamente el único menú que ofrece, como el cocinero compostelano, acceda al selecto club que elige la más acreditada guía gastronómica europea. Con la incorporación de Casa Marcelo son ya seis los establecimientos gallegos valorados con una estrella en la famosa guía roja. Son los otros cinco Toñi Vicente, la pionera de la nueva cocina gallega que lleva ya la friolera de diecisiete años con esta consideración, Loliña, de Carril; Casa Solla, de Poio; La Taberna de Rotilio, en Sanxenxo, y Casa Pardo, de A Coruña. Los criterios seguidos por los inspectores de la Michelín son siempre motivo de polémica, no sólo en nuestro país. Cada estrella concedida o retirada va seguida de un debate entre gastronómos. La 32 edición de la guía ha concedido su más alta puntuación, tres estrellas, a cuatro restaurantes españoles; dos estrellas, a nueve, y una a un total de 89. Han perdido su preciada estrella seis casas y la han ganado ocho, tres de ellas de la comunidad asturiana. Éste ha sido uno de los aspectos que ha desatado las críticas, que han considerado injusto el trato dispensado a otras áreas de la Península. Otro rasgo que suscitó enojos fue, un año más, el de la cicatería: un amplio sector de los profesionales y aficionados consideran que el nivel alcanzado por la cocina en España en el último deceniono está tratado con equidad. El florecimiento de imaginativos y competentes profesionales tiene un reflejo cicatero en la nómina estrellada de la guía Michelín. Al menos, no gozan de la misma consideración que nuestros vecinos galos o británicos.