El retorno de Pé

La Voz

SOCIEDAD

FRED PROUSER | REUTERS

14 nov 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

Penélope ha vuelto a la gran pantalla y ayer se dejó ver en el preestreno de Gothika , en la que comparte cartel con Halle Berry y Robert Downey Jr. Nuestra chica en Hollywood se distinguió otra vez con un abrigo blanco muy llamativo, aunque se le echó algo en falta: su novio, Tom Cruise . Es un clásico, si aparecen separados se disparan los rumores sobre su separación que se acallan luego cuando aparecen juntos. Digamos que son una pareja especial. De todos modos, Pé pudo lucir su abrigo acompañada de Will Smith y de Jada Pinkett-Smith , que tampoco está nada mal. Del glamur de Hollywood a la excentricidad artística. El señor que ven en la fotografía secundaria se llama Mark McGowan y es un artista plástico en plena performance . McCowan iniciaba en esta imagen sus anunciadas cien horas de permanencia en una bañera llena de alubias (con su correspondiente caldo) y con ese curioso tocado que incluye una serie de salchichas y dos patatas fritas en los orificios nasales. Cien horas, sí. Al parecer, el artista, que muestra su montaje en la House Gallery , reivindica con esta performance el desayuno tradicional británico. En mi opinión, le hace un flaco favor porque creo que, a partir de hoy, las alubias van a bajar varios enteros en mi dieta. Si todo se desarrolla según lo previsto, McGowan habrá abandonado su desagradable bañera para cuando el presidente de los Estados Unidos, George Bush aterrice en el Reino Unido la semana que viene. Ahora, bien, aunque el presidente pueda eludir tan desagradable montaje, se va a ver sometido a una tentación que él prefiere evitar. Porque Tony Blair ya ha avanzado que, después de que Bush le recibiera en su rancho de Texas, él piensa hacer lo propio mostrándole su hospitalidad en un pueblecito minero del Norte de Inglaterra, donde el dirigente británico tiene una casa. Y, entre los actos previstos está la visita a un típico pub inglés; probablemente al Toro negro , donde la cerveza negra es la especialidad. Pero claro, Bush no bebe desde hace 17 años. Ni siquiera en los banquetes oficiales. Así que veremos como resuelve la invitación. Claro que siempre le quedará la posibilidad de escoger la otra especialidad de la casa: la stotty cake , que es una especie de galleta muy particular. Pero, la experiencia del presidente estadounidense con las galletas (recuerden que casi se ahoga un día comiéndose una), tampoco es muy buena. Así que, la verdad, lo mejor que podría hacer es no entrar en el pub ¿no creen? Les van a dar lo que ellos llaman el Oscar de la cocina norteamericana y mi amiga Bárbara Celis me cuenta desde Nueva York que los dos supercocineros españoles estaban ayer contentísimos presentando el premio que recibirán el domingo. «Vendemos vanguardia culinaria, lejos del estereotipo de la España de pandereta de langosta y ajo», contaban ayer los orgullosos restauradores. A ver si se van enterando los yankis de cómo se come aquí y se dejan de tanta galletita, que luego se atragantan y montan una guerra.