Robbie Williams se va a forrar

Alba Díaz-Pachín alba.diaz@lavoz.es

SOCIEDAD

02 oct 2002 . Actualizado a las 07:00 h.

No me extraña que saque músculo. Robbie Williams, aquel dulce cantante de Take That , acaba de hacer el negocio de su vida. El negocio se llama 130 millones de euros, que no está mal. Y lo ha firmado con EMI por sus próximos cuatro discos. Desde luego, ya pueden ser buenos, porque la remuneración es muy golosa. Seguro que Robbie también sabe lo que le pasó a Mariah Carey , que firmó otro contrato estratosférico (100 millones de dólares) con la misma discográfica pero la compañía, ante los malos resultados del primer disco que salió al mercado después del contrato, no se cortó un pelo en rescindir el contrato, previa indemnización, desde luego. El vestido de novia de Audrey Hepburn A veces, las personas guardan secretos maravillosos durante años hasta que un buen día deciden contarlos. Miren que historia más bonita: Audrey Hepburn estuvo a punto de casarse en 1952 con sir James Hanson. Pero, en el último momento, se arrepintió. Lo tenía todo preparado, incluso el vestido de boda, elaborado por el entonces muy prestigioso taller de las hermanas Fontana. Y Audrey les dejó precisas instrucciones sobre qué hacer con el traje: «Quiero que lo lleve una joven que no pueda costeárselo». Difícil papeleta para las modistas que, poco después, escuchaban por la radio un concurso muy popular del que resultó ganadora Amabile Altobello. Mientras la entrevistaban, explicó que le gustaría casarse con su novio, pero que no tenía dinero para afrontar la boda. Así que las hermanas Fontana localizaron a la mejor destinataria para el vestido de la Hepburn. Y así fue, Amabile se casó con un vestido hermosísimo, que jamás hubiera imaginado que podría lucir en su boda. Ahora, aquella novia feliz y sorprendida ha decidido donar el vestido de su particular cuento de hadas al Museo de la Moda. Y contar toda la historia, claro. La infidelidad de Major Aquel asuntillo de faldas que tuvo el ex primer ministro británico John Major, sigue dando que hablar. Además de poner en peligro la prestigiosa Orden de la Jarretera para el político conservador, Major sigue teniendo que oír. Ayer, su ex amante, Edwina Currie, dio algunos detalles sobre los motivos que la impulsaron a desvelar ahora el affaire. Cuenta que no ha sido por dinero, porque hubiera ganado mucho más si lo hubiera dado a conocer cuando Major ocupaba el famoso número 10 de Downing Street. Pero a Edwina, claro está, le pareció «diabólica» la campaña moralista que puso en marcha Major entre su gabinete y que provocó no pocas dimisiones. Por cierto, que también explicó cómo empezó todo. Con el roce, ya saben. Tanto trabajar juntos... El caso es que un día ella le propuso a él que siguieran trabajando en su casa, y a fe que lo hicieron. Ahora Major deberá pagar las consecuencias. A Adam Ant se le va la olla No sé cuántos lectores recordarán a Adam Ant, un cantante que se hizo famoso en los años 80 con un grupo que se llamaba Adam and the Ants. A quienes lo recuerden tal vez les llame la atención que el cantante está en vigilancia psiquiátrica por orden judicial. ¿Qué hizo? Pues darle unos golpes a un tipo que se burló de su vestimenta en un pub y amenazar a toda la clientela con una pistola de juguete. Mal rollo. Ahora tendrá que rendir cuentas al psiquiatra.