Expertos gallegos piden prudencia al evaluar los estudios contra la terapia hormonal

P.V. / F.T. A CORUÑA

SOCIEDAD

Advierten de que los tratamientos que se aplican en España son diferentes a los sometidos a examen en EE UU Ginecólogos gallegos han pedido prudencia a la hora de evaluar los estudios publicados en las últimas semanas en los que se relaciona la terapia hormonal sustitutiva para menopáusicas con el riesgo de padecer cáncer. Los expertos señalan que el tipo de tratamiento que se utiliza en Estados Unidos es diferente al que se sigue en España, en donde la utilización masiva de parches de hormonas en lugar de pastillas reduce notablemente los riesgos. De momento, los servicios de salud no han constatado una suspensión repentina de las terapias, e insisten en que antes de iniciar el tratamiento se estudia el cuadro clínico de cada mujer.

18 jul 2002 . Actualizado a las 07:00 h.

José Luis Gómez Parga, ginecólogo del hospital Teresa Herrera de A Coruña, pide mucha prudencia a la hora de sacar conclusiones sobre el estudio denominado Women's Health Initiative y que fue suspendido prematuramente tras constatar que la terapia hormonal combinada de estrógenos y progestina multiplicaba el riesgo de cáncer de mama. En todo caso, considera llamativo y preocupante el hecho de que se haya suspendido antes de su conclusión aunque señala que habrá que conocer las causas en detalle. Dosis pequeñas La controversia entorno a los beneficios y perjuicios de la terapia hormonal no es nueva. En los primeros estudios que se realizaron sí se apreciaba un aumento de los casos de cáncer de mama, por lo que se optó por reducir las dosis de estrógenos. En la actualidad «son tan pequeñas que incluso en algunos casos no consiguen inhibir la ovulación por lo que se han producido embarazos», señala Gómez Parga. Hasta ahora, ninguna paciente le ha planteado si debe abandonar la terapia aunque considera que hay que analizar cada caso en concreto. Con todo, los expertos españoles insisten en sobresaltar las diferencias con EE UU. Además de la procedencia de las hormonas -de origen animal en Norteamérica y humano en España- destacan que el sistema de administración más frecuente en España es más seguro. Mientras que en Estados Unidos se utilizan cápsulas por vía oral, en España se aplican parches, con lo que las hormonas se absorven sin pasar por el aparato digestivo y el hígado. De esta forma, el hígado no reacciona ni segrega sustancia alguna, como haría en el caso de que recibiera las hormonas.