Suman 13 millones y los peores augurios los colocan al borde de la muerte por hambruna. La cifra la pone el Programa Mundial de Alimentos de la ONU y el mensaje de alarma las Organizaciones No Gubernamentales. Faltan alimentos en el sur de África. «La situación es mala, pero a partir de septiembre empeorará cuando se hayan consumido las provisiones de alimentos», relata una cooperante en Malawi, uno de los cinco estados -junto a Angola, Zimbabue, Mozambique y Zambia- a los que más ha afectado la sequía tras tres años sin apenas una gota de lluvia y las prolongación de algunos conflictos bélicos. Según un informe de Cáritas, la situación sólo se paliaría con la aportación de 600.000 toneladas por estado. Y es que el déficit de cereales en toda la región alcanza los 3,22 millones de toneladas y no hay país cercano que pueda exportar, como en anteriores ocasiones se hacía desde Zimbabue. En alguno de los casos, esta situación de deterioro, advierte la organización Oxfam, se agravaría por la incidencia del sida. Es el caso de Malawi: el 20% de la población ha contraído el virus. Otra de las causas es el elevado precio del maíz o la tapioca, una situación que se reproduce, denuncian las ONG, por la llegada de ayuda humanitaria desde los países desarrollados y que se pone a la venta.