«En Galicia sigue habiendo y seguirá habiendo avistamientos de ovnis». Quien así se pronuncia es el coruñés Manuel Carballal, experto y divulgador de temas relacionados con fenómenos extraños y director de la revista Mundo misterioso. El registro de platillos volantes o similares se inició en la comunidad en agosto de 1945 en A Coruña, con el avistamiento de un extraño objeto del que dio cuenta Óscar Rey Brea. A partir de ese momento y hasta 1995, Rey contabilizó en Galicia más de cuatrocientos avistamientos documentados. El trabajo fue continuado posteriormente por Carballal y sus compañeros del Grupo Fenix, que realizaron el seguimiento de la oleada de ovnis del bienio 1995-1996, con más de doscientos objetos extraños atribuidos a ensayos militares. Entre los fenómenos más singulares se encuentra el de un gran objeto luminoso que surcó los cielos de Galicia en 1994 para acabar estrellándose en la Sierra de Outes. Ni natural ni artificial El catedrático de Ciencias Físicas de la Universidad de Santiago, José Ángel Docobo, realizó durante dos años con su equipo una investigación sobre el caso en la que descartó que el ovni «fuese cualquier tipo de objeto conocido, ya fuera natural o artificial». Hace unos años también se produjo un fenómeno curioso en el que intervino la Guardia Civil, los controladores aéreos de los aeropuertos e Santiago y A Coruña y el Ministerio de Defensa, que activó la alerta tras detectarse un «disco plateado con una aureola gigante».