«Green Border»: La trampa geopolítica entre Bielorrusia y Polonia

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

PLATA O PLOMO

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Historia basada en hechos reales sobre la llamada «frontera verde» entre los dos países, los bosques que devienen una pesadilla para los muchos refugiados que intentan cruzarlos

05 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Ya está disponible en Filmin la película Green Border, película que firma la directora polaca tres veces nominada a los Premios Óscar Agnieszka Holland (Europa, Europa). Se trata de una historia filmada en un cuidado blanco y negro que se basa en hechos reales sobre la llamada «frontera verde», los inmensos bosques fronterizos entre Bielorrusia y Polonia que suponen una trampa mortal para los muchos refugiados de Oriente Medio y África que intentan llegar a la Unión Europea.

En otoño del 2021, el dictador bielorruso Alexander Lukashenko diseñó una trampa geopolítica para atraer a los refugiados a la frontera con una propaganda que les prometía un paso fácil al paraíso de la UE. La película usa esta crisis como telón de fondo para retratar las vidas de Julia, una activista a su pesar; Jan, un joven guardia de fronteras; y una familia siria.

La directora cuenta cuál fue el detonante que le llevó a contar esta historia: «Mis amigos encontraron un cuerpo en la frontera. Estaba desnudo, había muerto por congelación. Este no fue el primer cuerpo que encontraron, pero fue cuando supe que cuando alguien tiene hipotermia siente como si tuviera fiebre alta y comienza a quitarse la ropa. Y esa imagen, de ese joven muerto de frío aquí en mi país, justo al lado, allí en el bosque donde la gente pasea a sus perros y busca setas, es algo horrible. Frente a esta crisis fabricada por los políticos, debemos adoptar una postura clara: como artistas, como personas, como sociedad y como país». Pero para Holland, el compromiso político no le viene de nuevas, pues ella fue una de las principales cineastas del movimiento Kino Moralnego Niepokoju (1976-1981), el cine de la ansiedad moral, que tuvo lugar durante la crisis del régimen comunista polaco.

Parte del elenco, como Jalal Altawil , son refugiados en la vida real. Altawil habla de cómo su experiencia afectó a su interpretación: «Hui de Siria tras el estallido de la revolución en el 2011. En el 2015 pedí asilo en Francia y, de hecho, recibí la ciudadanía francesa un par de días antes de que comenzara el rodaje».