María Garralón: «Alucino porque todavía me siguen llamando Julia por la calle»

j. moreno COLPISA / MADRID

PLATA O PLOMO

jero morales

La actriz, que ficha por «Servir y Proteger», se reencuentra con Juanjo Artero en una serie, cuatro décadas después de la mítica «Verano azul»

11 abr 2022 . Actualizado a las 15:37 h.

La actriz María Garralón (Madrid, 69 años) regresa a la televisión como fichaje de Servir y Proteger, la serie diaria de La 1 de TVE (17.25 horas) producida por Plano a Plano, donde interpreta a Adriana, una mujer que está al cargo de una ONG en el barrio. Además de las dificultades para sostener la organización, su personaje se halla en una delicada situación de salud, algo que oculta a sus allegados. En la ficción se reencontrará con el actor Juanjo Artero y ambos coincidirán delante de las cámaras cuarenta años después del estreno de Verano Azul.

—¿Es la primera vez que coincide con Juanjo Artero tras «Verano Azul»?

—La verdad es que hemos coincidido muy poco, porque los dos hemos seguido trabajando habitualmente y también es casualidad que no hayamos coincidido más. En la vida real sí que nos hemos visto más, pero trabajando muy poquito.

—Todavía le recuerdan por «Verano Azul» y «Farmacia de Guardia».

—Solo me recuerdan por Verano azul y Farmacia de guardia. Han sido series que se han repuesto mucho. Los papás se la ponen a los niños y crecen. Alucino cuando todavía me siguen llamando Julia por la calle y alucino más cuando me giro. En verano, por ejemplo, me saludan niños a los que les ponen la serie o la repiten otra vez por televisión. Y la gente joven también me recuerda por Compañeros, que es de otra generación.

—En «Servir y Proteger» hicieron un guiño a la mítica escena de la manzana.

—Ha sido un gesto cariñoso por parte de la productora y los guionistas. Fue un guiño a una escena de Verano azul, en la que yo les hacía un juego, donde les ataba las manos y les colgaba una manzana de una cuerda con un hilo y tenían que ir dando mordiscos a la fruta. En Servir y Proteger se quiso hacer este guiño y nos reímos mucho.

—Ha visto crecer a Juanjo Artero.

—Yo era muy jovencita pero él era un niño. Le admiro mucho. Era un chaval que no tenía ni idea de la profesión. Creo que descubrió en Verano azul que ese iba a ser su oficio y se esmeraba muchísimo en pronunciar e interpretar.

—¿Qué le llamó la atención de Adriana, su personaje en «Servir y Proteger»?

—Me pareció un personaje muy bonito pero también triste, y no voy a decir nada más. Además, me pilló en un momento en el que me estaban haciendo pruebas médicas en la columna y la rodilla. Es un personaje entrañable y luego, cuando me enteré de que el actor que más iba a estar conmigo era Víctor Sevilla, que es un chico que creo que es fantástico; y que además iba a estar con Juanjo, dije: «lo voy a hacer». Adriana representa la lucha por la vida.

—También participó en otra de las grandes ficciones de nuestra televisión, «Farmacia de Guardia». Se sentaban millones de espectadores delante del televisor. ¿Cómo gestionó esta popularidad?

—Cuando existía solo TVE todo el país te estaba viendo. He hecho series donde la audiencia era gigantesca. La popularidad la he llevado bien. No he tenido nunca ningún problema, ni creo que el éxito se me haya subido a la cabeza. Me parece un privilegio que la vida me haya dado la oportunidad de que me hayan ofrecido ese tipo de trabajos. Me ha gustado mucho hacerlos y la gente en la calle me quiere mucho. Tal y como está el patio, ¿qué más se puede pedir? Yo tengo paciencia y la gente me para y les escucho. Es muy bonito y es un privilegio.

—Ahora llega a una serie que lleva seis temporadas en emisión. ¿Cómo ha sido el recibimiento?

—Me he sentido como en casa. Los compañeros y el equipo son maravillosos, y no me han podido cuidar más. Eran unos madrugones tremendos, pero no me ha importado nada. Lo he hecho con mucho cariño.

«¿Un reencuentro de «Verano azul»? ¿Para qué? Nos dejó ese legado maravilloso y ahí debe quedar»

María Garralón interpretó dos personajes inolvidables en dos series que son ya historia de la televisión.

—¿Es partidaria de hacer una especie de reencuentro de «Verano Azul», como se está haciendo con otras míticas ficciones de la televisión?

—No haría nada. Verano azul tiene su propia historia. Lo que se hizo, ahí está y en el recuerdo ha quedado. Estamos hablando de muchísimos años y la gente sigue teniéndolo en la cabeza. Ahora se haría otra cosa, pero hacer como un remake... Esto se ha pensado muchas veces, hacer como el reencuentro con Julia y los chicos. Y yo digo, ¿para qué? Es mejor no moverlo. Fue una creación de Antonio Mercero. Nos dejó ese legado maravilloso y ahí debe quedar.

—¿Ha cambiado mucho la manera de trabajar en las series de televisión?

—Sí. Técnicamente se ha avanzado, evidentemente. En cuanto a la interpretación, creo que todo es igual. Tienes que estudiar, hacer ese personaje tuyo, hacerlo con la mayor verdad que puedas y que le llegue al público. En eso no ha cambiado. Es algo que también pasa en el teatro. Trabajar con verdad, y ya está.

—¿Cómo ve la ficción española?

—En España se hacen series estupendas. Y se cuidan y trabajan mucho. Tenemos un nivel de profesionales, tanto directores, técnicos o actores, muy preparados. Hay gente joven muy buena. Podemos competir con cualquier país del mundo. No tenemos que ir con la cabeza agachada por ningún lado. La prueba es que cada vez que salimos de España, nuestras producciones triunfan.

—Cumplió su deseo al subirse al escenario del teatro romano de Mérida.

—Ese deseo profesional se me cumplió. Pensaba que no me iba a pasar. Actuar en el teatro romano de Mérida es una suerte y una experiencia que ojalá todos mis compañeros pudieran pasar por ahí. Es mágico. Y estoy muy contenta porque Las Suplicantes repite la función por otros teatros.