«Feria», sectas, terror y misticismo en un «thriller» fantástico

b. pallas REDACCIÓN / LA VOZ

PLATA O PLOMO

Ana Tomeno y Carla Campra, protagonistas de «Feria»
Ana Tomeno y Carla Campra, protagonistas de «Feria» SOPHIE KOEHLER / NETFLIX

El guionista gallego Carlos Montero es el cocreador, junto a Agustín Martínez, de una nueva serie de Netflix sobre dos hermanas adolescentes cuyo mundo cambia repentinamente

28 ene 2022 . Actualizado a las 09:18 h.

La vida de Eva y Sofía, dos hermanas adolescentes, en un luminoso pueblo del sur de la España de los noventa cambia de un día para otro en el momento en que descubren que sus padres han desaparecido y que no eran aquello que parecían ser. Detrás de ellos han dejado un rastro inexplicable de 23 víctimas y un estigma que condena a sus hijas a vivir bajo su pesada sombra. Ese es el punto de partida de Feria, un thriller fantástico con elementos sobrenaturales creado por el guionista gallego Carlos Montero junto con Agustín Martínez. Está compuesto por ocho episodios de 50 minutos y concebido como una historia que va más allá del público adolescente y busca una mirada más adulta. 

«La idea de que esas niñas se despiertan y descubren que sus padres están detrás de todo esto y que su vida va a cambiar me parecía que era algo que conectaba muy bien con todo el mundo. El desarrollo de las chicas es fundamental, es descubrir que tus padres y todo a tu alrededor no son como pensabas que eran», explica Carlos Montero.

Elementos fantásticos y sobrenaturales son el contexto que permite abordar cuestiones muy humanas, como el miedo de los jóvenes a perder el pilar que son los padres. «Al final la serie se maneja en el fantástico, pero habla de algo muy pegado a la tierra, al miedo adolescente a crecer, a abandonar el mundo infantil, pasar al mundo adulto y descubrir que tus padres no son esa persona idealizada. Ahí están las dos perspectivas, la de Sofía y la de Eva, que se enfrentan de manera muy diferente a ese descubrimiento», dice el autor de Celanova, que vuelve a estrenar serie en Netflix después de El desorden que dejas, grabada en Galicia.

La historia de Feria, grabada en el pueblo gaditano de Zahara de la Sierra, está contada a través del punto de vista de dos hermanas que viven en un pueblo con muchos elementos ocultos. «Nos parecía muy interesante esa dualidad, esa diferencia entre ellas tan grande y que te permite entender a las dos —explica Carlos Montero—. Es muy bonito que Sofia, por justificar a sus padres, está dispuesta a creer lo imposible. Y la hermana que decide que por mucho que sean sus padres lo que cree su hermana no es posible».

Los creadores aseguran que Feria es una puesta arriesgada por crear un thriller con mundo fantástico y sobrenatural. «Es un proyecto más ambicioso que otros. Lo difícil es encontrar el tono, igual que puede serlo en un thriller convencional. Con Feria encontramos el tono muy al principio, cuando nos juntamos y empezamos a darle vueltas a los personajes, a cómo contar la historia y ver qué era importante», afirma el cocreador Agustín Martínez. Señala que «técnicamente es una serie muy complicada, porque tiene muchos efectos digitales y es muy laborioso». 

El elemento fantástico y de terror está vinculado a la existencia de una secta, el Culto de la Luz. «Agustín es un erudito en el terreno de las sectas y toda la escuela gnóstica en la que está basada se empapó de eso. Es un mundo muy interesante. Y aunque la secta está completamente inventada sí parte de cosas que existen en su manera de entender la religión es algo que lleva siglos con nosotros», revela Carlos Montero acerca de la búsqueda de respuestas a las necesidades filosóficas.

«Hay un estudio de los procesos de cómo captan las sectas, lo que pasa que nuestra secta tiene algo especial y es que lo que promete es cierto. Pero toda la mitología que hay debajo está basada en los evangelios apócrifos, en la religión gnóstica coetánea al primer cristianismo y que sigue muy viva. Nos parecía muy interesante meternos en ese mundo porque está ahí en la sociedad, que la religión se olvida y vuelve cada cierto tiempo», cuenta Agustín Martínez. «Todo lo que se cuenta, los cinco sellos de la luz, las invocaciones, el panteón de dioses son reales en el sentido de que están sacados de toda esa documentación histórica que hemos trabajado», indica.

La historia oscura de Feria contrasta con la felicidad que transmite su nombre. «La feria nos llevaba a esta sensación de carnaval, de festival que hay en la serie cuando vas abriendo los mundos que tiene el pueblo. Esa contraposición está también en el propio pueblo, que es blanco y luminoso frente al mundo oscuro que tiene detrás»,

Afirma Carlos Montero que la serie tiene momentos de terror, pero es apta para un público amplio. «Lo que realmente te arrastra es la historia de estas dos hermanas que intentan protegerse y que es muy emocional».