«The Undoing»: El relevo para nostálgicos de «Big Little Lies»

beatriz pallas REDACCIÓN / LA VOZ

PLATA O PLOMO

HBO

El carisma de Nicole Kidman y Hugh Grant sostiene este «thriller» psicológico predecible, pero efectivo que este lunes llega a HBO

27 oct 2020 . Actualizado a las 19:22 h.

Las comparaciones son odiosas, pero resulta imposible ver los dos primeros episodios de The Undoing, que este lunes se estrena en HBO, y mantener apartado el recuerdo de Big Little Lies. Este thriller psicológico en torno a un crimen por resolver, basado en la novela de Jean Hanff Korelitz Tú ya lo sabías, se perfila como su relevo perfecto al replicar algunos de sus aspectos más notables, y también otros que no lo son tanto. Esas reminiscencias no son solo un efecto que se produce en el espectador que se aproxima a esta serie condicionado por saber que frente a la cámara está Nicole Kidman y detrás, el productor David E. Kelley, un tándem que ya hizo piña en el drama de las cinco de Monterrey. Es el encaje casi perfecto del molde el que las provoca: un drama con mujeres ricas en un Nueva York que no viaja en metro, cotilleos de madres a las puertas de un colegio caro, las falsas apariencias, la vida que se quiebra en un instante, la búsqueda de la verdad.

La etérea cabecera, con una versión del clásico Dream a Little Dream of Me interpretada por Kidman mientras una niña hace estallar burbujas, invoca al arranque magnético de su precedente. Y la ambientación tiene el mismo efecto hipnótico al adentrarse en esos suntuosos pisos neoyorquinos para que la vista repose en el papel pintado de sus paredes mientras todo desmorona.

¿Y la trama? Engancha, porque contiene la fórmula y los clichés que funcionan. Un matrimonio perfecto formado por una terapeuta (Kidman) y un médico británico (Hugh Grant) ve cómo su vida acomodada se hace añicos como consecuencia de una muerte violenta. Una síntesis lo suficientemente genérica como para no desvelar ningún giro importante. Bastante sencillo y predecible resulta ya descifrar las pistas que se van sembrando en los dos primeros episodios de los seis que la componen. Pese a ello, no cuesta trabajo dejarse arrastrar por el carisma de Nicole Kidman, que sostiene como nadie un primer plano mientras adopta ese registro de mujer desesperada, pero determinada. Ni por la presencia de un Hugh Grant que se despereza al fin para dejar de ser un héroe romántico.