«Valeria» y la crisis de los treinta

Iker Cortés MADRID / COLPISA

PLATA O PLOMO

Diana Gómez estrena este viernes la nueva ficción de Netflix, basada en la saga literaria escrita por Elísabet Benavent

09 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Valeria es una serie netamente madrileña. Y lo es no por sus tramas, que ponen el foco en la crisis existencial de una escritora en la treintena cuya vida no marcha como había soñado, un tema tan universal como las consecuencias del coronavirus, sino por una selección de exteriores que apuesta por mostrar algunos de los enclaves más pintorescos de la capital española. No ha tenido que ser nada fácil el rodaje en lugares como Callao, la Puerta del Sol o la Gran Vía, no hace tanto tiempo atestadas de gente, así que es lógico que la producción saque pecho de ello.

Pero Valeria es mucho más que sus entornos castizos. Basada en la saga de novelas de Elísabet Benavent -la autora ha participado como asesora creativa-, la nueva ficción desembarca en Netflix con un interesante reparto que encabeza Diana Gómez. La actriz de 31 años da vida a una joven escritora que trata de acabar a marchas forzadas el borrador de la que será su primera novela. Desde hace un tiempo, sin embargo, las cosas no marchan bien en casa y el bloqueo literario se hace evidente.

Diana, que comenzó a construir el personaje cuando aún no había leído las novelas, entiende muy bien el conflicto al que se enfrenta la autora porque hace un par de años ella pasó por algo similar. «Es algo generacional que se repite con frecuencia», explica. «Hay una idea de que a los treinta años debería llegar la estabilidad, y aunque profesionalmente me estaban saliendo buenos proyectos, no me permitían mantenerme un año entero y entonces es cuando te preguntas si deberías buscar otros trabajos, pero tampoco quieres renunciar a tu sueño», reconoce. No es el único elemento en el que la actriz ve cierto parecido con Valeria. «Hay un punto torpe, que le lleva a meterse en líos, que también es muy mío», señala quien se inspiró en la Annie Hall de Woody Allen para construir un personaje inteligente y, sobre todo, muy hablador.

El caso es que la relación entre Valeria y su esposo Adrián (Ibrahim Al Shami) no acaba de funcionar y, como suele ocurrir en estos casos, entra en juego el tercero en discordia. Maxi Iglesias da vida a Víctor, un arquitecto con una seguridad y un arrojo a prueba de bombas. El actor sostiene que su «gran obsesión» ha sido dejar salir, tras la tarjeta de presentación del físico y la apariencia, «las pequeñas taritas que todos tenemos» y demostrar que, detrás de un personaje que parece solo un arquetipo, «hay un conflicto, algo más entretenido y nutritivo».

Y mientras se acumulan las facturas, se complican las relaciones personales y los proyectos profesionales penden de un hilo, Valeria se refugia en sus tres amigas, Carmen, Lola y Nerea. Porque Valeria es, sobre todo, la historia de cuatro amigas, cada una con sus propios conflictos e intereses, que se apoyan, se protegen, se aconsejan y se dicen las cosas a la cara. La llegada de una serie con una mirada tan femenina y a la vez tan universal es, afirma Diana, «reflejo de que la sociedad ha cambiado fuertemente en estos últimos dos o tres años». Al fin y al cabo, continúa, «la ficción es un buen espejo para ver qué está pasando en la sociedad. Cada vez hay más mujeres en el proceso creativo y tiene que ir a más. Ojalá dentro de cinco años no tengamos que destacar esto». Pese a todo, Maxi es consciente de que hay quien ni siquiera le dará una oportunidad a la serie «por prejuicios». «Conozco chicos que si ven que una serie se llama Valeria y en el tráiler sale una chica diciendo 'ay, tía', no la van a ver. Peor para ellos, la verdad. Se trata de ampliar conocimientos. Yo me declaro fan de las series protagonizadas por mujeres. A muchos ver esta ficción les haría cuestionarse y descubrir cosas. Series como 'Valeria' están ahí para luchar contra esos prejuicios», reflexiona.

Que el serial salga en Netflix asegura su distribución internacional, pero ni Maxi ni Diana dejan volar su imaginación. «Yo voy con cero expectativas, pero he de decir que el otro día, buscando la fecha de estreno de la nueva película de Chris Hemsworth, me topé con el anuncio de Valeria y me emocioné», explica Maxi. Por su parte, la joven trata de «no pensarlo mucho». «Para mí es muy extraño abrir una plataforma que uso a menudo y verme ahí, pero lo que tenga que ser será. Yo lo que más deseo es que la gente la vea», afirma.

Confinamiento

Ni qué decir tiene que el encuentro con ambos actores se produce a través de la pantalla del portátil, dado el estado de alarma a consecuencia de la pandemia. Para Diana la puesta en marcha del confinamiento «fue un shock». Igualada, su ciudad natal, fue una de las primeras localidades que se cerraron a cal y canto, y familiares y amigos se quedaron allí mientras cundía la «preocupación y la incertidumbre». Poco a poco la actriz se ha recompuesto. Cuenta que tiene una pequeña compañía de teatro en Barcelona con la que sigue en contacto de cara a crear un nuevo proyecto. «Como estamos en un momento de búsqueda pues escribimos mucho todos y es un canal maravilloso para sacar las preocupaciones, los miedos, las frustraciones e, incluso, sentirte culpable a veces porque estás bien. Es muy extraño».

Por su parte, Maxi dice estar «un poco enfadado» con las personas que estos días le decían que se aburrían. «Me disgusta pensar que con todas las opciones que hay no se saque provecho. Y no hablo solo de opciones culturales, sino de mejorarse a uno mismo. Aunque suene a titular de Mr. Wonderful, es una oportunidad para centrarse en uno mismo y retomar esas cosas que tenemos pendientes», concluye.