Miguel Bernardeau, Álvaro Rico y Arón Piper: «La tercera temporada de 'Élite' es más madura y cierra un ciclo»

beatriz pallas REDACCIÓN / LA VOZ

PLATA O PLOMO

Álvaro Rico, Miguel Bernardeau y Arón Piper, en una imagen de la primera temporada de «Élite»
Álvaro Rico, Miguel Bernardeau y Arón Piper, en una imagen de la primera temporada de «Élite» NETFLIX

Los actores que interpretan a Polo, Guzmán y Ander en la serie adolescente de Netflix encaran el último curso en el colegio de Las Encinas

07 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Los años de instituto se acaban. Las mejores universidades del mundo abren sus puertas a los privilegiados alumnos del colegio Las Encinas. Y sus pasillos entran en ebullición con el regreso de Polo, acusado del asesinato de Marina. El próximo viernes 13, Netflix estrena la tercera temporada de Élite, la serie adolescente española creada por Carlos Montero y Darío Madrona que triunfa en todo el mundo. Tres de sus protagonistas, Miguel Bernardeau, Álvaro Rico y Arón Piper, aseguran que los nuevos capítulos servirán para cerrar un ciclo, aclarar los asuntos pendientes y mirar hacia el futuro. Pero un nuevo crimen sacudirá sus vidas.

Pregunta. ¿Qué le espera al personaje de Guzmán en la nueva temporada de «Élite»?

Miguel Bernardeau. Guzmán va a tener que enfrentarse a todo lo que ha pasado hasta ahora y a lo que eso conlleva. Se enfrentará a la soledad de no tener ya cerca a ninguna persona de su círculo inicial sólido que formaban sus pilares, sus dos mejores amigos y su novia de toda la vida o como quieras llamar a la relación que tiene con Lu. Se encuentra en un lugar solitario, con mucha ansia de venganza, pero, al mismo tiempo, se da cuenta de que tiene que evolucionar para sobrevivir y no quedarse estancado ahí, porque toca fondo. Es un punto bonito para un personaje.

P. ¿El regreso de Polo al instituto y lo que eso desencadena será ahora el hilo conductor?

Álvaro Rico. Polo vuelve a Las Encinas queriendo empezar de nuevo y sobrevivir en esta jungla que le espera. Y para empezar a construir su nueva vida lo que necesita es el perdón de Guzmán y de sus amigos y compañeros. Vamos a ver si lo consigue, si es que se puede perdonar algo así. A Polo le pasan muchas cosas en esta temporada.

P. Entre ellas su muerte. La temporada son los cinco meses que transcurren entre que regresa a clase y pierde la vida.

Á. R. Me gusta mucho esa estructura que ya se dio con Marina en la primera temporada, porque de alguna manera en todo lo que va pasando en los capítulos vas empatizando en mayor medida con el personaje, tanto si le deseas la muerte como si no. Empatizas porque ya sabes todo lo que desencadena y cuál es el final de estas historias. Si Polo ama, si no ama, si consiguen perdonarlo, si no, tú estás viendo venir la tragedia. Todo adquiere una mayor dimensión.

P. También Ander vivirá momentos dramáticos en los nuevos capítulos.

Arón Piper. Sí. La trama principal de Ander es la situación en la que se encuentra de repente, que es un cúmulo de todas las cosas que le han ido pasando y que acaban pasándole factura. Entre otras cosas, su relación se empieza a tambalear.

P. La segunda temporada de «Élite» pisó el acelerador y fue más atrevida que la primera. ¿Qué puede esperar el público de esta tercera?

M. B. La tercera temporada tiene un ritmo diferente. Creo que es más madura y el cierre de un ciclo que comenzó en la primera con Marina y que dio lugar a toda una serie de circunstancias que tienen que cerrarse en algún lugar y este es el momento. Es interesante ver cómo todos estos personajes, con todo lo que han pasado, llegan a resolver y a conseguir superarlo y dejarlo atrás todos juntos. El lema de la temporada es «juntos hasta la muerte».

Á. R. Esta temporada cierra un círculo en toda la historia y la trayectoria de estos personajes. Ya sabemos cómo es Élite. Por esperar, podemos esperar muchas cosas e incluso aquello que no nos imaginemos ocurrirá. Eso es lo bonito de esta serie, que sigue sorprendiendo continuamente. Pero, como decía Miguel, es cierto que viéndola desde casa me parece una temporada que adquiere otra dimensión en cuanto a que nos centramos de verdad en los personajes, en cómo están. Y sabiendo que estamos viviendo tal vez una última etapa para los compañeros, ya que se van de Las Encinas y la trama por lo que surge toda esta historia, un asesinato que ocurre en el colegio, tiene que llegar a un puerto, no sabemos cuál es. 

P. Éxito y fama mundial. Millones de seguidores en las redes sociales. ¿Qué ha supuesto «Élite» en sus carreras?

A. P. Obviamente nos ha cambiado mucho la vida, por lo menos toda la parte externa. Luego, nuestra vida personal intentamos que se siga manteniendo como queremos. Pero todo lo externo ha cambiado, muchas cosas para bien y otras no tan bien. Ahora tenemos un montón de oportunidades y una visibilidad enorme en todo el mundo, algo que para nuestra carrera es muy bueno y una gran oportunidad. La parte mala es que prácticamente en todos los países del mundo no tenemos privacidad ahora mismo. Hemos tenido que sacrificar un montón de cosas que antes podíamos hacer con tranquilidad y ahora no por el hecho de ser tan conocidos.

M. B. Es bonito aprovechar las cosas buenas, las oportunidades que te trae el tener esta proyección y el estar en una serie como esta. Y hay otra parte, como comenta Arón, que es la pérdida de la privacidad, que te obliga a aprender a crear espacios, momentos y relaciones con personas en las que puedas desarrollar tu propio yo, que es lo que te ha llevado a estar aquí y a trabajar en esto. Y es muy importante que sigas cultivando eso y que no lo pierdas. Hay que saber gestionar estas cosas. Más que un precio que hay que pagar lo veo como una consecuencia de un trabajo bien hecho. El otro día alguien me dijo en el aeropuerto que la fama tiene un precio y me hubiera gustado preguntarle quién le pone ese precio, aunque no lo hice. Supongo que hay que saber aprovechar lo que tienes y orientarlo de la manera más positiva y creativa posible, porque al final somos actores y artistas y no lo hacemos por la fama. Creo que aquí los tres si pudiéramos hacer lo que hacemos y no ser tan conocidos nos iría bastante mejor. Pero lo aceptamos y lo gestionamos.

Á. R. Estoy totalmente de acuerdo con ellos. De hecho me gusta eso de quién pone el precio a esta fama. A veces se habla de forma rápida y casi despectiva de que el triunfo conlleva esto. Hay quien te dice que esto está en tu contrato, pero en mi contrato no está. Llegamos a tantos hogares que te conocen por la calle, y es algo maravilloso, no me quejo de ello, pero tampoco es que haya que estar pagando un precio o haya que convivir todo el día con esto. Mi trabajo no es ese. No quiero que suene mal, pero mi trabajo ni siquiera es tener que estar de buen humor todo el rato con la gente, sino hacer bien mi personaje.

P. Arón, ¿cómo está siendo la experiencia de grabar en Galicia para Netflix la serie «El desorden que dejas»?

A. P. Nos ha tocado un invierno muy malo y muy gris, pero ha sido un rodaje muy divertido. Y estoy muy agradecido del reparto con el que estoy. No los conocía personalmente a todos y está siendo la bomba. He podido enfrentarme a un personaje que tiene poco que ver con Ander. Lo he desarrollado de una manera que es bueno para mí y para mi carrera, porque ha sido una gran oportunidad poder mostrar otra cosa. En la serie hay un instituto que tiene importancia para la trama, pero no es una serie adolescente. Tiene otro perfil. Estoy muy contento y en Galicia se come muy bien.