«Velvet Colección» pone fin al «cuento de hadas» de Paula Echevarría

La Voz MADRID / EFE

PLATA O PLOMO

Zipi | EFE

«Durante años pasé más tiempo siendo Ana Rivera que yo misma», asegura la actriz asturiana

19 dic 2019 . Actualizado a las 19:16 h.

Velvet es «un cuento de hadas en toda regla» para Paula Echevarría, que cree firmemente que «toda niña ha soñado alguna vez con ser Ana Rivera», personaje que ha recuperado después de varios años para acabar la historia de Velvet Colección en el especial navideño con el que se despide la serie. «Velvet ha sido siempre la llamada de la selva», explica entre risas en una entrevista con Efe Echevarría, que se declara «incapaz» de decir que no a Velvet», que ha juntado al elenco del Velvet original y de su derivada Velvet Colección en un especial de ochenta minutos que se emite este jueves 19 de diciembre.

De esta forma, vuelven también Miguel Ángel Silvestre, José Sacristán, Cecilia Freire o Maxi Iglesias, que recuperarán durante este capítulo sus personajes de Alberto, Don Emilio, Rita y Max respectivamente. El capítulo especial llega en sustitución de la tercera temporada de Velvet Colección, que se canceló poco después de anunciarse y dejó las tramas de la segunda temporada abiertas, aunque la actriz cree que este cierre es «redondo» y es «lo más Velvet que se podía hacer» porque vuelve a los inicios de la historia.

Además de ser la despedida del melodrama sobre las galerías de moda de mitad de siglo, este especial ha servido a los actores para reencontrarse con la alegría del «patio de un colegio», tanto así que Echevarría exigió a guionistas y productores una escena de «chicas Velvet», con Hazas y Freire , que no se contemplaba en el guion original. «Durante años pasé más tiempo siendo Ana Rivera que yo misma, y la magia más absoluta fue llegar después de dos años y pico, vestirme de Ana Rivera y automáticamente volver al mismo código de hace años», explica con cierta nostalgia.

La historia de moda arrancó en Antena 3 entre el 2014 y el 2016 y desembarcó al año siguiente en Movistar+ con la serie derivada, Velvet Colección, en la que se cedió el protagonismo de la historia a Marta Hazas, que cree que este final es «el que todos merecemos» y el que a ella como espectadora le gustaría ver. A la actriz le sorprende la repercusión internacional que ha tenido la serie, sobre todo en América Latina, donde dice que en la calle la reconocían al grito de «Clarita sin experiencia».

Javier Rey no ha sentido que fuese el final después de cuatro supuestas despedidas que ha tenido ya la historia: «Yo por mí cada cierto tiempo nos volvemos a reunir, hacemos un película como esta y nos ponemos al día y así siempre», bromea el actor, que cree que su personaje de Mateo será uno de esos pocos por los que la gente le recordará siempre.

El reencuentro de Adrián Lastra y de la audiencia con Cecilia Freire y su personaje Rita ha sido para el actor «uno de los mayores regalos que te puede dar la vida» y agradece que la serie haya acabado de esta forma y no con otra temporada, porque de haberse hecho así no se hubiesen juntado todos los personajes. «Un personaje nunca es pequeño. Pedro era un grano de arena en una playa enorme al principio de la serie, todos lo éramos, pero todos los personajes pequeños empezamos a crecer y a acompañar la historia de la princesa y el príncipe», explica Lastra sobre la evolución del carismático Pedro.

Aunque Velvet Colección se desarrolla en Barcelona, para este capítulo han decidido retomar las galerías originales de Madrid, aunque han tenido que reconstruirlas en un plató nuevo -en el que antaño se rodase la serie «Física o química»- porque el plató original de Velvet se destruyó para albergar las grabaciones de La Voz.

Por ello este cierre fue incluso más especial para Andrea Duro, Marie en Velvet Colección y la icónica Yoli de Física o Química: «Era como volver a casa después de nueve años y de repente me dio una impresión, me mareé porque no había vuelto a estar allí en todo este tiempo». Para Diego Martín, Enrique Otero en la serie, este final es una especie de «fiesta final» hecha para los fans y para el equipo, ya que «no es muy frecuente tener la oportunidad de rodar un broche final tan especial».