La selectividad se mantendrá por asignaturas hasta el 2028

Sara Carreira Piñeiro
Sara Carreira REDACCIÓN / LA VOZ

SELECTIVIDAD

Reunión de la Conferencia Sectorial de Educación
Reunión de la Conferencia Sectorial de Educación Alejandro Martínez Vélez | EUROPAPRESS

El Ministerio de Educación anuncia que desde el año 2024 los exámenes serán cada vez más competenciales. La Xunta pide empezar el diseño de la prueba desde cero y reitera que se ha ido de los grupos de trabajo

14 dic 2022 . Actualizado a las 17:47 h.

No habrá selectividad de transición y el nuevo modelo de la ABAU se aplicará directamente en el 2028, un modelo del que el ministerio tiene «líneas maestras» pero sobre el que «seguirá trabajando». Lo dijo este martes José Manuel Bar Cendón, secretario de Estado de Educación, en la reunión entre ministerio y comunidades.

Lo que vino a decir es que el examen por asignaturas se mantendrá finalmente al menos hasta el 2028, pero desde junio del 2024 irá evolucionando hacia una prueba más competencial, más estilo PISA. Descarta pues ese modelo de transición que fusionaba las lenguas (castellano, gallego y primera lengua extranjera en Galicia) y que tan mal acogida ha tenido.

Bar Cendón explicó que entre los años 2024 y 2028 habrá «una introducción progresiva de los elementos competenciales», que se van a ir testando. La idea del ministerio es que cada año haya pruebas piloto en diferentes centros, ampliando la muestra de forma constante, para comprobar que la transición de contenido a competencia se hace sin traumas.

Grupos de trabajo por asignatura 

El número dos del ministerio expuso que ahora mismo hay varios niveles de reuniones entre los ministerios de Educación y Universidades, la CRUE y las comunidades autónomas. Explicó que desde septiembre se han multiplicado los encuentros: 4 entre Educación y comunidades; 2 de estos con la CRUE y Universidades; y tres entre los organismos estatales, los dos ministerios y la CRUE. En paralelo, y más importante para el contenido de la prueba en sí «hay grupos de trabajo específicos en cada una de las materias» que se reúnen cada 10 días. Bar Cendón detalló que «estos grupos están formados por especialistas vinculados a la educación, con experiencia en la prueba de acceso y propuestos por las diferentes comunidades autónomas». Son profesores de ESO, bachillerato y universidad, inspectores, asesores técnicos y miembros de las diferentes sociedades profesionales. Entre todos están consensuando el tipo examen que se presentará en cada materia. 

En la reunión no ha faltado el contenido político, sobre todo después de que las comunidades gobernadas por el PP  —Andalucía, Castilla y León, Galicia, Madrid y Murcia— pidiesen que se retirase la reforma de la selectividad. Bar Cendón le dedicó bastante tiempo de su intervención a este aspecto, asegurando que hay que adaptar la prueba a la ley y que espera que sea con el mayor consenso posible. Alegó que entre los consejeros populares no hay unanimidad, y destacó que la propuesta de Galicia era partir de cero en el diseño, mientras que Castilla y León y Madrid anunciaron que se retirarían de los grupos de trabajo y que no negociarían nada que no fuese una prueba única. Este aspecto fue rechazado por fuentes de la Consellería de Educación: «Hai total coincidencia entre Galicia, Castilla y León, Madrid, Andalucía e Murcia» y ya a primeros de mes «Galicia anunciou que se vai do grupo de traballo» en el que estaba un técnico de la Subdirección Xeral de Innovación; otra cosa es que en la reunión de este martes no lo repitieron, y «ninguén preguntou»

Contra la postura gallega de empezar de cero, Bar Cendón aludió a tres motivos: el primero era de lógica de trabajo y se preguntaba si lo realizado hasta ahora por los grupos no había servido para nada. La segunda razón era también una pregunta: «¿Partir de cero significaría alcanzar el consenso?», contestándose: «No está garantizado». Y la tercera cuestión era que volver a empezar «introduciría una incertidumbre que es lo que queremos evitar».

Sobre la idea de una prueba única, que también defiende Galicia pero con más ímpetu lo hacen Castilla y León y Madrid, Bar Cendón explicó que esta idea tenía tres inconvenientes: sustento legal (la educación está transferida y el Estado solo determina entre el 50 y 60% del currículo; problemas prácticos derivados del anterior, con 17 currículos adaptados a cada una de sus zonas; y, lo más importante, «que no es una propuesta que pueda aspirar al consenso», algo que intenta conseguir el ministerio. Y recordó el gallego (Bar Cendón nació en Vigo aunque ejerció en Baleares gran parte de su carrera) que «el PP no hizo la prueba única cuando gobernó porque es inviable» desde el punto de vista jurídico y práctico.

Sobre la retirada de castellanoleoneses y madrileños de los grupos de trabajo, el Gobierno dijo no entender la medida cuando «hay margen [para el consenso], van avanzando, se está aportando por las comunidades autónomas y se van incorporando estas aportaciones al modelo final». «Creo que abandonar no es mostrar voluntad de dialogo», resumió. Y fue claro: «Los grupos de trabajo van a continuar, y con su presencia muchísimo mejor, pero sin su presencia también van a continuar. Es la responsabilidad que tiene el Ministerio de Educación». 

Finalmente, no evitó un asunto que precisamente se le achacaba al equipo de José Ignacio Wert cuando en el 2013 quiso imponer las reválidas al terminar diferentes etapas: la actitud del PP, sobre todo hablando de rebaja del nivel de los alumnos supone «desconfiar de la calidad de tu profesorado de bachillerato, y eso no lo comparte el Ministerio de Educación: estamos seguros que sea cual sea la prueba de acceso a la universidad, los estudiantes españoles van a llegar bien preparados».