Peleteiro ayudó a reforzar los estudios de un centenar de jóvenes en verano

joel gómez SANTIAGO / LA VOZ

SELECTIVIDAD

SANDRA ALONSO

Algunos acudieron para recuperar asignaturas y otros, para reafirmar lo aprendido

31 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Más de cien estudiantes de secundaria y bachillerato asistieron desde el 3 de julio hasta ayer al curso de verano del colegio Peleteiro. La mayoría estuvieron los dos meses, para poder recuperar materias suspensas, o la selectividad, en septiembre. La mayor representación era de alumnado de segundo de bachillerato, un curso en el que adolescentes y familias notan que se juegan más el futuro, explica Isabel Varela, docente de educación física del centro y coordinadora de esta programación estival. Le siguió en demanda el alumnado de tercero de la ESO. Algunos cursos se repartieron en más de un aula.

«Otros años tuvimos estudiantes que llegaron a superar en septiembre hasta 7 o 8 materias y además la selectividad», afirma Isabel. Aunque son un colectivo muy heterogéneo: «Recibimos desde jóvenes con todo aprobado, que vienen sobre todo para mejorar sus hábitos de estudio y sus técnica de trabajo, a casos con riesgo muy evidente de repetir curso, por tener muchas materias pendientes», agrega.

La docente tiene experiencia en el curso de verano. Los últimos años insisten en seleccionar al alumnado: «Realizamos entrevistas de admisión y se les exige compromiso. Les decimos claramente que, si no quieren venir, que lo digan y no les admitimos; no tratamos de convencerles, ni interesa que se sientan obligados. No queremos que se vea este curso como un castigo, sino como una oportunidad para que alcancen objetivos; nunca es un tiempo perdido pues se les va a ayudar a prepararse bien, para que, a poder ser, no precisen volver otro verano. Entre la familia, el departamento de orientación y la entrevista de admisión tenemos que conseguir que vean que es lo mejor para sus intereses; que ellos son los principales beneficiados o perjudicados. Y creo que lo saben», sostiene.

Despedida y seguimiento

Este verano hubo mayoría de varones. Todo el profesorado que se ocupó de estas aulas pertenecía a la plantilla del colegio, no hubo docentes de apoyo como otros años. También participa el departamento de orientación: «La adolescencia es una etapa que marca mucho. A veces, adquirir una disciplina, cambiar de actitud, aprender a comunicarse de forma diferente a cómo lo hacen en su hogar, es suficiente para que se produzca un cambio positivo», manifiesta Isabel Varela. El curso se plantea para preparar toda la materia en los dos meses, si acuden menos tiempo tienen que dedicar más esfuerzo individual.

En las despedidas se notaban reacciones muy diversas: «La mayoría quedaron hasta hoy [por ayer], apenas hubo unas pocas salidas anticipadas, por residir más lejos o por otras circunstancias. Algunos estaban deseando acabar; pero otros no». Les hacen un seguimiento, con encuestas, «aunque hay resultados difíciles de valorar, sobre todo en el aspecto de introducir hábitos de mejora personal o de convivencia», señala esta docente.

Alumnado de varios municipios y con perfiles «muy diferentes»

Un 90 % del alumnado que asiste al curso de verano del Peleteiro ha estudiado en otros colegios. Acuden de las cuatro provincias «incluso de algunas familias de fuera que pasan el verano en Galicia». Este verano, el 35 % estuvieron en régimen de internado, de lunes a viernes; el resto, externos o de media pensión.

Atender esta programación implica que el centro no cierra ningún mes del año. En julio y agosto hay clases por la mañana, en grupos reducidos. Al acabar de comer, hasta las 17.00 horas, quienes están internos o mediopensionistas pueden utilizar la piscina; jugar al fútbol, tenis de mesa o más deportes; y otras posibilidades de ocio. Después es tiempo de estudio, entre 17.00 y 20.15, con un descanso: «Es un estudio dirigido e intensivo, supervisado por educadores, donde se les resuelven dudas y se les ofrece la atención que demandan, porque hay perfiles muy diferentes: desde adolescentes que por circunstancias familiares, personales o académicas no han logrado los objetivos y vienen a intentar recuperar; hasta unos pocos que solo pretenden reforzar niveles y prepararse bien para el curso siguiente», indica Isabel Varela.