Empieza la selectividad. Los alumnos de segundo de Bachillerato apuran estos días las horas de estudio y café para el examen de acceso a la universidad. Han completado su etapa educativa en el instituto y ahora aspiran a ingresar en una carrera universitaria. Pero la mitad renuncian a hacerlo. Solo el 53% de los estudiantes que este curso se matricularon en segundo de Bachillerato en Vigo y su área se presentan a las pruebas para entrar en la universidad. El resto, o suspenden o hacen FP o se ponen a trabajar.
Pero que hagan la selectividad no garantiza que vayan a la universidad. Muchos los que hacen las pruebas de aptitud para el acceso a la universidad (PAAU) aprovechando la inercia del curso, pero sin voluntad real de estudiar una carrera. Otros, simplemente, la suspenden.
Pero este año lo intentarán más de los que lo hicieron en el curso pasado. Aunque en cifras absolutas apenas hay diferencias -fueron 1.772 frente a los 1.893 que encaran los exámenes la próxima semana-, en términos relativos sí hay una variación notable. En el año académico 2007-2008 en Vigo y su área de influencia cursaron segundo de Bachillerato casi 250 personas más que en el año académico que ahora termina. El 45% probaron suerte con la selectividad de junio. En esta ocasión son el 53% de los estudiantes.
La situación de Vigo es diferente a la de su área de influencia. En la ciudad acuden a las pruebas el 58% de los alumnos, es decir, prácticamente seis de cada diez. Por su parte, en los concellos que están en la órbita de la primera urbe gallega solo el 46% de los alumnos de segundo de Bachillerato ha decidido matricularse en el examen que da acceso a la etapa educativa universitaria.
Nueve de cada diez aprueban
Y ello a pesar de que la mayoría aprueban. En los últimos años, el índice de personas que han superado las pruebas en Galicia ha rondado el 90%. Todos ellos cumplen el requisito de tener el título de bachiller, al haber completado con éxito toda su etapa educativa secundaria.
La nota de los exámenes es clave. Cuenta un 40% en la media de los alumnos. El otro 60% está en el Bachillerato. La nota final es la credencial que tiene cada estudiante para acceder a una carrera con límite de plazas, que en la Universidad de Vigo son la mayoría.