Hablan las protagonistas del mural de Yoseba MP que une superabuelas y computación cuántica y que asombra a físicos y a vecinos en Santiago: «Alucinamos co resultado»

Olalla Sánchez Pintos
Olalla Sánchez SANTIAGO

VIVIR SANTIAGO

Carmen y Lucha, de Santa Comba, ya conocen el mural, encargado por el Centro de Supercomputación de Galicia, que protagonizan en una de las «paredes más visibles» de Compostela. En él hay desde formulaciones hasta el gato de Los Suaves. «Una vez lo estaba mirando un profesor de física de la USC y me dijo que no lo entendía de todo, pero que sabía que ahí había algo...», subraya Yoseba MP

30 nov 2024 . Actualizado a las 18:40 h.

Desde hace poco más de un mes el nuevo mural de Joseba Muruzábal, conocido como Yoseba MP, luce en todo su esplendor en una de las «paredes más visibles» de Santiago, la situada en un edificio de la rúa Bernardo Barreiro de Vázquez, cercana a una rotonda, y que tanto para los transeúntes como para los conductores que transitan por la avenida de Lugo es fácil de contemplar. «Me costó casi un año conseguir esa fachada», admite el artista cambrés afincado en Compostela y que, desde hace años, se ha ganado el corazón y la admiración de toda Galicia con sus gigantescas obras de superabuelas, en las que rinde homenaje a abuelas rurales y las retrata como superheroínas.

«Darle magia a las superabuelas es fácil, en el sentido de hacer imágenes fantasiosas. Pero, en este caso, lo difícil era hacer una imagen así que realmente describiese o reflejase teorías cuánticas», razona el artista, aclarando que fue el Centro de Supercomputación de Galicia (Cesga) el que hace más de un año le solicitó su reciente intervención. Una obra, en dos escenas, en las que dos mujeres aparecen tendiendo la ropa y tocando encima un instrumento musical.

Lois Orosa, director del Cesga, explica el encargo. «Dalgunha forma queriamos dar visibilidade tanto ao que facemos no centro como ao QMIO, o noso ordenador cuántico. Tiñamos uns fondos para iso que incluían actuacións de formación e divulgación e, dentro deste apartado foi onde pensamos, nun mural. Facendo brainstorming no Cesga saíu rapidamente xa o nome de Yoseba MP quen, coas súas superavoas, cumpría co lazo local —Moitos de nós tiñamos en mente o seu mural de «A Poppins de Sar», que sobrevoa Santiago co seu paraugas—, e tamén de poder dar, coa súa fantasía, xogo no mundo cuántico. Non é que a computación cuántica teña algo de fantasioso. De feito, está baseada en fenómenos da física cuántica moi reais, pero estes tamén desafían á física que nós entendemos. Os seus fenómenos parecen de ciencia ficción, pero non o son. Por iso pensamos no de fantasioso, por seren os fenómenos difíciles de comprender», argumenta Lois.

PACO RODRÍGUEZ

«Mis murales y la física cuántica son, en principio, dos mundos muy distantes, pero una vez que entendí un poco de qué iba la cosa, y a pesar de que al principio sí me sorprendió la petición, vi que fue una suerte mezclar ambos mundos», refrenda Yoseba MP, quien, tras un tiempo de trabajo, volvió al Cesga con un primer boceto.

«Ya había pensado de inicio en la idea de una duplicidad de mujeres, que lanzaran un mensaje de un tendal a otro. Cuando llegué al Cesga meditando sobre si era demasiado fantasía, ya me dijeron que no, y que para todas las imágenes que yo presentaba había una formulación matemática; y se pusieron a hacerlas», evoca Yoseba MP, recordando que el mural cuenta con dos escenas, pero que forman parte del mismo todo. «En cada una de ellas hay un elemento, que son las mujeres, en dos estados, que es como se llaman en computación cuántica...», remarca el artista, agradeciendo que fue con las aportaciones de los investigadores del Cesga cómo el mural fue adquiriendo mayor comprensión para todos aquellos que sí conocen el mundo cuántico. «La obra esconde, por ejemplo, una serie de formulaciones matemáticas en dos sábanas que están colgadas», añade sobre uno de los detalles con los que, como con la formulación descrita en la parte inferior del mural, le ayudaron los investigadores del Cesga.

«Nós tiñamos claro que a obra tiña que incorporar varios acenos cuánticos, como os gatos de Schrödinger (un experimento mental de mecánica cuántica). De aí, ademais, xurdiu, pensando nos gatos, que unha posibilidade divertida sería representar un tan galego como é o gato de Los Suaves», apunta Lois Orosa, en alusión al logo de la banda musical ourensana que en el mural de Yoseba MP aparece en un jersey colgado en un tendal. «Os ordenadores cuánticos que aparecen flotando no aire, e que son como medusas, ou a pandeireta cun esquema dunha circunferencia cuántica serían outros dous deses elementos cuánticos», añade el director del Cesga.

La realización del mural

Una vez planteado cómo iba a ser el nuevo mural, Yoseba MP comenzó la búsqueda de sus superabuelas, lanzando una primera llamada por redes sociales para tratar de «localizar mujeres rurales que tuviesen algo de conocimiento de ordenadores». «La búsqueda de inicio no resultó, pero di con una mujer de Laracha que tenía una historia tan potente que al final me dio para que protagonizase un mural propio en su localidad», celebra Yoseba MP. «Un poco después me contactó por Facebook la hija de una mujer de Santa Comba, de Carmen Armán Pazos, aclarándome que su madre me podría dar juego. Fui a conocerla, y fue genial», señala el artista, aludiendo a la superabuela que, en el mural, y mirándolo de frente, aparece en la escena de la derecha. Ella, «moi faladora», relata para La Voz cómo vivió convertirse en protagonista de la obra.

«Eu algo manexo de Internet… Ao comezo, cando me falou disto miña filla, pensei que que pinto eu nun mural, pero é certo é que xa non me tiveron que convencer. Gustoume moito a idea. O único que pedín é logo ter unha foto miña diante», señala riendo esta vecina de 72 años de la aldea de O Mato, situada en la parroquia de Cícere, en Santa Comba, que le dio a Yoseba MP una nueva perspectiva para su mural al añadirle, por ella, un factor musical. «Eu creo que xa sei tocar a pandeireta desde que estou no ventre da miña nai. Tócoa de oído. E tamén algo o acordeón», explica Carmen, a quien el artista le encomendó buscar a otra conocida que también tocase un instrumento y que le permitiese completar la doble escena musical y cuántica. «Tiña que ser algo maior ca min e pensei en Lucha (Manuela Pose Blanco), unha muller da aldea do lado (de Espasandín) coa que toco a pandeireta todos os mércores no centro sociocomunitario. Ela tivo unha vida tamén para contar, como a miña. Eu, antes de regresar a Galicia, estiven en Suiza ou Asturias, traballando en moitas cousas, como na hostalaría. Lucha tecía o liño; era incrible vela», añade con cariño, confirmando que tanto ella como su amiga quedaron encantadas.

«Veu un día Yoseba cun cámara a sacarnos moitas fotos nun camiño. Lucha, a pesar de afrontar un enfermidade, non dubidou en sumarse e tamén está feliz co mural. Xa me di: ‘'Grazas a ti, que ben o paso!''», confirma riendo Carmen.

Sobre la temática del mural, subraya que «de computación ningunha das súas entendemos nada, pero, iso si, fomos hai dous sábados a velo a Santiago e quedamos felices».«Eu alucinei co resultado. Non hai artista mellor. Pintounos tal cual, idénticas, ata nos zapatos, que no meu caso tiñan un fondo verde... Parece unha fotografía. Se non o vexo, non o creo… Cando estabamos diante, fíxonos graza porque pasou unha muller que nos mirou, logo detívoso no mural, logo volveunos mirar… Tivo que recoñecernos. Eu ata levaba o mesmo fular...», detalla Carmen, muy satisfecha, igual que Yoseba MP, con el resultado.

«Yo lo que tenía miedo es que al tratar de ser cuántico el mural perdiese a nivel estético. No se podía recargar… Al final, creo que quedó muy bonito. A los vecinos, por lo que me dicen, les gusta. Mucha gente se para delante. Una vez lo estaba mirando un profesor de física de la USC que me dijo que no lo entendía de todo, pero que sabía que ahí había algo...», comenta sonriendo Yoseba MP. «Además de ese objetivo se cumplió el de explicar un poco el comportamiento del mundo cuántico, sin dejar de ser en realidad un mural de superabuelas tocando música tradicional. Tiene sentido y es divertido», razona el artista, para quien el resultado compensó el esfuerzo administrativo de ocho meses para lograr, «por la burocracia», los permisos municipales y poder pintarlo.

«O importante é que este mural pode chegar a calquera, tanto a ese investigador que coñece o mundo da computación cuántica, e que ao ver esas dúas partes en contraposición, lles lembra por exemplo ao entrelazamento cuántico, como a todos os veciños non familiarizados co noso eido. E creo que todo iso conseguiuse», refrenda Lois Orosa, aclarando, aún así, que en mente tienen añadir un críptico que explique la intervención. «Eu pasei varias veces por diante e vin a moitos composteláns parados, mirando para o mural e reflexionando. Só por iso, por xerar esa curiosidade, porque a computación cuántica comece a ser un termo familiar máis alá de para os científicos, xa o mural, co que estamos moi felices, valeu a pena», reafirma.