Las lágrimas de esta «influencer» al terminar el Camino de Santiago generan una reacción viral en redes: «Me has despertado las ganas»
VIVIR SANTIAGO
Berta, conocida como @bertapim, graba la emoción de sus días como peregrina en una serie de vídeos colgados en TikTok e Instagram: «¿En dónde iba a estar si no es aquí?»
29 ago 2024 . Actualizado a las 21:31 h.Berta, conocida en redes como @bertapim, lleva diez días documentando su Camino de Santiago a través de vídeos cortos publicados en Instagram y en TikTok. Durante este tiempo, ha sumado una comunidad de seguidores que, diariamente, siguen la experiencia a su lado a través de la pantalla. «Te lo quiero contar todo. Todas las dudas que puedas tener antes de empezar, pero a tiempo real», explicaba en la primera de las publicaciones. Entre todas las entregas de la serie suma millones de visualizaciones y a un grupo de usuarios que celebra las emociones como si fueran propias. «Fue un placer acompañarte en el proceso», comentaba una de ellas en el reel en el que se grababa llegando a la Praza do Obradoiro con lágrimas en los ojos.
La influencer terminaba su peregrinación hasta Compostela esta misma semana. Al final de su décimo día caminando, por fin veía la Catedral. «Te lo juro que estoy nerviosa», anticipaba mientras que atravesaba el Monte do Gozo y contaba los escasos kilómetros que faltaban para llegar hasta el destino. A modo de selfie, con la cámara del móvil agarrada con el brazo, se grababa bajando por las escaleras que cubren el Arco de Xelmírez con lágrimas en los ojos. Fueron más de 200 kilómetros —cuenta en el vídeo que todavía le quedan unos 90 para llegar a Finisterre, su destino final— compartidos con su comunidad virtual.
«Estoy muy contenta y orgullosa, muchas gracias por acompañarme», sentenciaba al terminar el vídeo. En los comentarios, una oleada de reacciones de personas que, después de haber seguido sus jornadas, viven con las ganas de emprender su propia peregrinación: «Lloré y no fui yo la que caminó», «Gracias por contagiarnos esta pasión. Tenía pensado hacer el Camino en el 2025, pero después de verte me iría mañana mismo», «He seguido tu Camino desde el día 1 y he llorado de emoción al verte llegar a Santiago» o un simple «me han entrado muchas ganas de hacerlo» son algunas de las interacciones que recoge el post.
Lo cierto es que los que la siguen llevan dos semanas viviendo a su lado la peregrinación. Empezó documentando lo que llevaba en su mochila y, después, cada una de las etapas que recorría. Empezó en Ponferrada y llegó hasta Villafranca del Bierzo, a Las Herrerías —«No es la ruta oficial. La gente llega a O Cebreiro, pero he visto que eran 30 kilómetros con desnivel y he pasado, honestamente. Hay tantos pueblos que puedes hacer tu propia ruta», explica en el vídeo—, Liñares, Triacastela, Sarria, Portomarín, Melide, Arzúa, O Pedrouzo y, finalmente, Santiago de Compostela. Mientras camina, graba la geografía gallega y sorprende a su comunidad con los paisajes naturales: «Lo mejor de salir por la mañana son los colores. Todo es tan bonito a esta hora».
Vivir la experiencia sola
«Me he emocionado y todo de lo bonito que es. Merece mucho la pena esta subida», comentaba sobre una de las etapas que para ella resultaron más duras. La particularidad de sus vídeos es que muestra la realidad sin filtros, enseñando tantos los momentos buenos como los malos. Enseña como, con ampollas en los pies, compra vaselina para ver si le funciona. También como, tras dormir unas cuantas noches en albergues, acude a una farmacia a por tapones para los oídos. Eso sí, pese a las molestias físicas, cuenta que, para ella, todo está en la mente: «Qué tontería. Llevo 500 metros de desnivel y dos horas pensando qué hago aquí, que esto no tiene ningún sentido y que me quiero ir. De repente, me encuentro delante un bosque bañado por la niebla. Estoy rodeada de naturaleza, todo es verde y pienso: "¿Dónde iba a estar si no es aquí?". Claro que merece la pena y que tiene sentido», reflexiona en uno de sus vídeos.
Aprovecha su repercusión para desmitificar el hecho de vivir la experiencia sola, sin un grupo de gente con la que caminar. En una de sus publicaciones, hacía la siguiente reflexión: «En el Camino de Santiago no solo se camina. Cuando llegas a un sitio, tienes toda la tarde libre. Lo más chulo es tener con quién pasarla, pero yo me he venido sola y me toca estar así», decía. Mientras, grababa la orilla del río en la que mataba al tiempo, un sitio «preciosísimo». Contaba trucos que a ella le venían bien, como descargarse audiolibros para las horas libres. «Me tomaría una cervecita, pero no tengo con quién y no pasa nada», continuaba en su monólogo. A esto, una seguidora le comentaba: «Pero tú sola, chiquilla. Te tomas tu cervezuela y tan a gusto», a lo que ella respondía colgando un vídeo haciendo exactamente lo que la frase le sugería, disfrutar de su propia compañía en una terraza al sol con una caña en la mano.
Consejos para peregrina sola, en primera persona
Precisamente en otro de sus vídeos apuntaba algunas claves a tener en cuanta a la hora de afrontar el recorrido de una forma segura. Al hacerlo sola, se aseguró de elegir la ruta más popular —el Camino francés— y en el mes del año en el que más gente emprende la peregrinación. «Puestos a estar sola, no quería estarlo del todo», dice. Aunque alaba la señalización —«es imposible perderse», dice— recomienda descargar alguna aplicación por donde seguir la ruta: «Me hace sentir segura el saber por donde tengo que ir y que el móvil me vibre si me salgo». Por último, apela a lo mental: «Vas a pasar por algún camino en el bosque en el que vas a decir: "¿Que hago aquí? Ahora mismo, si alguien viene nadie me va a escuchar". Tú vete tranquila», sentencia.