Tomar el café al sol cuesta un extra en Santiago: «Supone tener un camarero a mayores para atender la terraza»
VIVIR SANTIAGO

En la mayoría de los establecimientos del Ensanche y del Casco Histórico se cobra un suplemento de treinta céntimos por consumición en el exterior. El sector de la hostelería señala como principal motivo el coste que supone mantener el espacio en la vía pública
15 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Con la llegada del buen tiempo, las terrazas de los bares, de las cafeterías y de los restaurantes de Santiago se despliegan a lo largo y ancho de las aceras. A media tarde, con el sol cayendo directamente sobre las mesas, en la Praza Roxa es misión imposible encontrar un sitio al aire libre. Lo mismo ocurre en localizaciones como Mazarelos o la Quintana, cuya superficie queda ocupada en gran parte por estas prolongaciones de los negocios de hostelería. Eso sí, al sentarse en una de estas sillas hay que tener en cuenta que el precio final de las consumiciones se puede ver alterado respecto al que se estila en el interior de los locales. «Recuerda que el servicio en terraza tiene un incremento de 30 céntimos por elemento», señalan en la carta del restaurante Marte, en la Avenida de Rodrigo del Padrón. El debate, nunca mejor dicho, está servido.
No existe una norma escrita que obligue a cobrar a mayores por consumir en la terraza, pero en Santiago gran parte de los establecimientos lo suele hacer. Ante la pregunta de si es una tendencia estandarizada en la ciudad, desde la Asociación de Hostelería Compostela responden con un «sí» rotundo. «Los precios son libres y la normativa no exige ni que no se cobre ni que se cobre a mayores. Lo único que se pide es que las cantidades se indiquen; tienen que estar publicadas. El plus de la terraza está a criterio de cada hostelero siempre y cuando se especifique en una lista de precios», explican. En otras palabras, que los precios sean diferentes en función de si uno se sienta en mesa, en barra o en terraza es legal siempre y cuando figure indicado en las cartas.
«Suplemento terraza. Todas las consumiciones y platos se incrementarán 0,30 euros por unidad», indican con un asterisco en la carta de La Planta, en la Rúa de Santiago del Estero. Caminando hacia la Praza Roxa, las cantidades se repiten. Lo estándar en sus inmediaciones, ocupadas por terrazas como la del Krystal o la del Milay, es aumentar unos treinta céntimos por cada consumición. Lo mismo ocurre por la zona de la Avenida de Figueroa o por Mazarelos. «La mayoría de personas que tiene terraza cobran un incremento porque ellos por tenerla tienen que pagar un impuesto por ocupación de la vía pública y, aparte, les exige tener más personal, un camarero que se dedique única y exclusivamente a cubrir terrazas. Sobre todo, en las más grandes», continúan desde Hostelería Compostela.

En las redes sociales, la conversación sobre si se debería de cobrar un plus por consumir en una mesa del exterior es eterna y universal. Pasa el tiempo y, de vez en cuando, se viraliza la fotografía de cualquier ticket denunciando el importe del servicio. «Abramos debate ¿A favor o en contra?», escribía una conocida cuenta de X especializada en comentarios sobre el sector de la hostelería en una publicación que casi llegaba a las cien mil visualizaciones. Los comentarios y las reacciones por parte de los usuarios no podían ser más diversas y van del rechazo absoluto a la comprensión.
Pero, ¿en las calles de Compostela? ¿cómo se ve el hecho de que tomar el café al sol sea más caro que hacerlo en el interior de los locales? «Bueno, yo lo entiendo. Si tienen que pagar más por estas mesas, es normal que nos cobren más a nosotras», dice Paula Álvarez, sentada frente a un café con hielo en la Praza Roxa. A su lado, Andrea Pazos matiza la opinión de su compañera: «Sí, pero es cierto que día a día se nota. Sobre todo, con consumiciones más pequeñas. Que al café, que ya de por si no es demasiado caro, le sumen treinta céntimos cada día... Si vienes todas las tardes de la semana, el viernes ya tendrías para pagar uno a mayores», sentencia.