¿Por qué la Ascensión de Santiago perdió el clásico puesto de los Vinos de Aragón?
VIVIR SANTIAGO

Casi todas las atracciones clásicas, como los camellos o el saltamontes, no fallan en los festejos compostelanos, pero hay una que los más nostálgicos echan en falta. Aclaramos también por qué la noria más alta viene a Santiago en la Ascensión, y no en el Apóstol
11 may 2024 . Actualizado a las 09:44 h.Para muchos compostelanos, ya de una edad, una de las estampas emblemáticas cuando llegaban las Festas da Ascensión era hacer una primera parada -antes de enfilar hacia las atracciones y subir hacia Santa Susana- en los Vinos de Aragón. Situado desde hace muchos años cerca de la entrada del Paseo de los Leones, tras la pandemia, ya no regresó a las fiestas de Santiago, algo que no pasó desapercibido. En el 2022, varios comentarios ya se hacían eco de ello en las redes sociales incidiendo en que su lugar era ocupado ese año por un puesto de perritos calientes -en este 2024 está en él uno de algodón de azúcar-.
Pero, ¿por qué ese clásico que incorporaba la imagen de dos pisadores de uva y donde tomar un vino no volvió a Compostela?
Francisco González, presidente de la asociación Emafega, Empresarios de Atracciones de Feria de Galicia, aclara la ausencia. «Era uno de los de siempre, pero el dueño falleció. El que cogió el negocio a continuación está enfermo y el joven que lo gestiona ahora dejó de ir a Santiago tras la pandemia. El puesto sí se puede aún localizar en otras ferias, como en la de Padrón, pero en Compostela ya no», explica Francisco, confirmando la querencia de muchos santiagueses por los puestos clásicos.
De hecho, los más asiduos u observadores hasta podrán recitar uno a uno los aparatos y puestos de dulces y otras viandas que se encuentran desde hace años en el espacio compostelano de Santa Susana.
Uno de los que nunca falta a la cita es, por ejemplo, la caseta de carrera de camellos.«Llevo más de 30 años viniendo. En Santiago no fallo. Me moví por tres espacios. Hace muchos años estaba en el Paseo de los Leones. Después, me cambié para la zona más alta de la cuesta de Santa Susana. Desde hace años estoy en la entrada», apunta David, el dueño de la atracción, razonando su incombustible éxito. «Es tradicional, de toda la vida, como la tómbola», añade, confirmando que en esta Ascensión los compostelanos volvieron a demostrar su fidelidad, intentando, en cada partida, que su camello corra más que el de los contrincantes, mientras desde el micro se escucha el ya clásico «aaatuutiii joooroovii».

De todas las atracciones instaladas en Santa Susana, y si bien la noria es posiblemente el elemento más llamativo de los instalados en el recinto festivo, la atracción del saltamontes se convierte cada año en la que consigue congregar a un mayor número de personas y el que, junto a la noria, registra también alguna cola de clientes guardando turno para subir a las cabinas. Este elemento ocupa desde hace años siempre el mismo espacio, en lo alto de la cuesta, a la izquierda de la noria. «Es el número 1 en muchas ferias, no solo en Galicia. Es una atracción que gusta, y por eso resiste tantos años. Engloba a muchas edades», confirma Francisco González, presidente de la asociación Emafega.
La noria, el techo de Santiago

Pero si hay una atracción siempre esperada en la Ascensión es la noria, de 54 metros de altura, situada en el punto más alto de Santa Susana, y que puede verse desde prácticamente todos los puntos de la ciudad. Las 22.000 luces led completan el espectáculo de una noria que iluminará el cielo de Compostela durante varias semanas.
Se trata de la noria más grande de las que se instalan en Galicia, y en Santiago solo puede verse por las Festas da Ascensión, porque las celebraciones de julio, las del Apóstol, coinciden con las fiestas de Gijón, ciudad con la que su propietario tiene un compromiso adquirido desde hace años: «No puedo faltar a mi palabra».

Su precio será el mismo del pasado año, 6 euros. Con el fin de que todas las personas puedan deleitarse con las vistas de Santiago desde lo más alto, las vueltas se hacen a diferentes velocidades.
La noria, con 48 cabinas totalmente cerradas y con una capacidad hasta 4 o 5 personas, e incluso alguno más siempre que sean niños, no dejará de girar hasta, al menos, el 19 de mayo.