Cuando una camiseta de fútbol se convierte en artículo de lujo: «En modelos anteriores a los noventa el precio es de tres cifras altas»

C. NOVO SANTIAGO / LA VOZ

VIVIR SANTIAGO

Imagen de la tienda Vintage Mecca, que cuenta con secciones dedicadas específicamente a las equipaciones
Imagen de la tienda Vintage Mecca, que cuenta con secciones dedicadas específicamente a las equipaciones

Desde las tiendas de segunda mano de Santiago explican el auge que está viviendo esta prenda de ropa que ya traspasa lo deportivo: «Cada día entran unas diez personas preguntando por ellas»

06 abr 2024 . Actualizado a las 11:19 h.

Cuenta Pablo, responsable de la tienda de segunda mano Vintage Mecca, en la Rúa Rosalía de Castro, que el 40 % de sus ventas viene de las camisetas de fútbol. En el establecimiento, que apenas lleva un año funcionando, ni los pantalones vaqueros marca Levi's ni las sudaderas Adidas con cremallera consiguen pisarle los talones a esta prenda que ya traspasa lo deportivo. Siguiendo por la misma calle, un poco más abajo, está Kaméleon Vintage, otro de los locales dedicados a la moda retro en Santiago. Felipe, uno de los encargados, explica que cada día llegan «por lo menos entre cinco o diez clientes» a propósito de estas piezas. «Algunos van directamente a donde están colocadas y otros preguntan antes en el mostrador», continúa. Sus visiones coinciden en que las camisetas de fútbol antiguas, esas que ya no se comercializan y que en un pasado tan solo apelaban a las aficiones, son la nueva tendencia del streetwear.

En las tiendas de Deportivo y del Celta, si esta parte de la equipación se compra de temporada, el precio sube de los ochenta euros. En la del Compostela, pasa de los sesenta. Sin embargo, una camiseta vintage de hace cuatro o cinco años se puede encontrar en los locales de segunda mano de Santiago a un rango de precios que va desde los quince o los veinte euros hasta los cuarenta. No obstante, que el mercado de ropa deportiva se haya trasladado a lo vintage contempla otros factores además del económico. Primero, un gusto por la estética retro. Segundo, un cambio de perfil entre las personas que se fijan en este tipo de prendas. Además de aficionados y coleccionistas, es gente que disfruta con la moda y con las tendencias. No buscan un modelo concreto, simplemente una estética. «Antes era un mercado reservado para hombres que las juntaban y ahora se nota que las chicas también se están animando», reflexiona Pablo. «El perfil es, sobre todo, el de chavales jóvenes entre los quince y los veintipocos años», añade Felipe.

Martiño Rivas, con la histórica camiseta verde del Superdépor. Para hablar del por qué de la tendencia, los que concoen directamente la industria de la moda apuntan a los «influencer» y famosos que las lucen en sus apariciones públicas.
Martiño Rivas, con la histórica camiseta verde del Superdépor. Para hablar del por qué de la tendencia, los que concoen directamente la industria de la moda apuntan a los «influencer» y famosos que las lucen en sus apariciones públicas. Atresmedia

Por eso, ante la alta demanda —ambas tiendas aseguran que les entran nuevos lotes por la puerta cada semana— modifican sus criterios para seleccionar las prendas. Desde Kaméleon Vintage aseguran que, para ellos, cada vez es más complicado conseguirlas. Tratan las camisetas como si fueran una prenda de lujo, expuestas en una vitrina interior y en el escaparate exterior, no en las perchas con el resto de ropa. «El criterio de selección ahora mismo, tal y como está de complicado el conseguirlas y viendo que se venden, es que sirve todo. Sé que si tengo una camiseta de un equipo turco de segunda división del 2016 y está en buen estado, la voy a vender rápido y con beneficio», explica Felipe. Desde Vintage Mecca exponen dos factores diferentes a la hora de la selección. Primero, la estética. Luego, el valor. «Nos aseguramos de que sea una camiseta bonita y de que entre por ojo, porque ahora se compra más por estética que por coleccionismo. Después miramos años, porque cuanto más antigua sea, más valor tiene. Las modernas las ponemos a mejor precio», explican.

Para explicar su auge, apuntan al nacimiento de una nueva tendencia, una forma concreta de combinar. Nada de camiseta de fútbol con tenis y pantalón corto. Ahora, la moda es experimentar con prendas de estilos completamente opuestos: lo deportivo con unos tacones, una falda cottagecore o unos lazos coquette, porque en Santiago se lleva lo vintage y rompedor. Esta tendencia, conocida como blockcore, salta de las redes sociales a las calles de Compostela. Pablo, de Vintage Mecca, marca como punto de inflexión la aparición de Martiño Rivas en El Hormiguero con la camiseta verde de Feiraco, modelo que llevó también Ana Mena en uno de sus conciertos en Galicia. Felipe, de Kaméleon Vintage, atribuye el éxito al futbolista Héctor Bellerín, que más allá del campo ha sumado una legión de seguidores que alaban su estilo vintage: el bigote, el mullet y la camiseta del Betis. 

Pero, ¿cuánto puede llegar a costar la locura por las camisetas de fútbol? El pasado lunes, tal y como contó La Voz, el central del F.C. Barcelona Íñigo Martínez tuvo una acalorada discusión con un supuesto aficionado que le habría insultado por no detenerse a firmar una camiseta. El motivo, no facilitar una reventa que, con firma, multiplica exponencialmente su valor. Otros jugadores, como João Cancelo o Thibaut Courtois, han dicho basta. «Hay gente que se aprovecha de nosotros, hay gente que sabe que yo me paro bastante y cogen camisetas o guantes, hacen una foto mientras lo firmo y lo ponen en venta», explicó este último en su canal de YouTube. Javi Pérez, joven que lleva años comprando ropa vintage a diferentes proveedores para luego venderla en diferentes plataformas online —porque sí, también es un negocio que involucra directamente a particulares, explica cómo nota la subida en los precios de las camisetas de fútbol. Como todo lo que se hace tendencia, percibe que, desde hace cosa de un año, «la gente ha empezado a especular bastante con ellas».

Basta con entrar en Vinted, aplicación estrella del mercado de la moda de segunda mano, para ver como muchas camisetas antiguas superan ya en precio a las nuevas de temporada. «Hace dos o tres años me compré una del Celta del 2007, que no es particularmente exclusiva, por unos treinta euros. Ahora, la he visto ya varias veces por más de cien», explica. Desde las tiendas vintage de Santiago cuentan que la gran mayoría de sus transacciones corresponden a camisetas nuevas que la gente compra no por su valor, si no por la estética deportiva. No obstante, recuerdan algunas excepciones que han llegado a comercializar con un precio que alcanzaba las tres cifras. Desde Vintage Mecca, recuerdan una del Dépor del 2001 nueva y con etiquetas, una de esas del «centenariazo». En su caso particular, las de Dépor son las más demandadas, «porque somos de Santiago y hay mucha gente de A Coruña estudiando por aquí». «Tuvimos desde las más antiguas, de Umbro y Adidas, hasta las de Feiraco verdes. También las de Joma, que son de principios del dos mil, y el chándal completo de terciopelo, que se busca muchísimo y le encanta a la gente», rememoran. 

Desde Kaméleon Vintage explican que la más especial fue una del Celta de manga larga «que se usaba para jugar». «De Alemania, por ejemplo, tuvimos de todos los mundiales y eurocopas. Del Barcelona y del Madrid, también. Tuvimos una del Dépor de Feiraco que le acabamos vendiendo a un directivo de Feiraco», recuerdan. Pero, ¿y del Compostela? Paradójicamente, no es tan sencillo conseguirlas: «Es más fácil llegar a una del Dépor, porque cuando tienes un equipo con mucha historia detrás y al que le fue muy bien muchos años, es más fácil que se produzcan camisetas. Es por lo mismo que por lo que puedes encontrar más fácil camisetas del Barcelona que del Espanyol».