La chef compostelana Lucía Freitas lleva sus platos a un exclusivo evento mexicano: «Sempre remato as comidas invitando a vir a Galicia»

Andrés Vázquez Martínez
Andrés Vázquez SANTIAGO

VIVIR SANTIAGO

Lucía Freitas conversa con un par de comensales durante una de las cenas que sirvió.
Lucía Freitas conversa con un par de comensales durante una de las cenas que sirvió. Cedida

Es una de las invitadas al Millesime, una reunión culinaria a la que asisten gastrónomos y críticos de todo el mundo, donde además de cocinar actúa como embajadora de su tierra

30 may 2023 . Actualizado a las 18:01 h.

«Para min é coma un soño, algo que desexei dende que descubrín este certame hai xa anos». Todavía no se lo cree muy ben Lucía Freitas, y eso que el evento ya ha terminado. Todavía en México, la chef compostelana relata su experiencia en Millesime, una cita gastronómica de altura que tiene entre sus comensales a expertos en gastronomía y críticos de todo el mundo, además de contar en los fogones con cocineros y cocineras de los restaurantes más innovadores. Una de esas seleccionadas a participar ha sido Freitas, líder de A Tafona, con estrella Michelin, y Lume, cuyas hamburguesas han sido designadas las terceras de España, ambos en Santiago de Compostela.

Freitas se encargó de preparar tres cenas para más de un centenar de comensales, todos profesionales de su sector. Estuvo acompañada en un «a catro mans» por Carlos Gaytán, «un chef ao que eu admiro moito, que chegou aos Estados Unidos sen papeis e que hoxe é unha referencia con máis dunha decena de restaurantes e unha inspiración para calquera que traballe neste gremio, sobre todo para a xente máis nova», en palabras de la chef gallega.

Su propuesta culinaria estuvo comandada por los productos mexicanos, aunque las recetas siguen siendo las suyas, las que podría servir en su restaurante de Santiago. «Foi toda unha experiencia, moi positiva, atoparme paseando polos mercados da Cidade de México, atopar aromas e sabores tan distintos, dende herbas aromáticas a cebolas». Sin ir más lejos, se le presentó el reto de cocinar sus recetas con pescados con los que no había trabajado, «cambiando, por exemplo, unha lubina por un peixe autóctono chamado guachinango, moi parecido ao pargo pero moito máis grande».

Freitas, en cocina, junto a su compañero para el servicio de las cenas, el chef Carlos Gaytán.
Freitas, en cocina, junto a su compañero para el servicio de las cenas, el chef Carlos Gaytán.

Con esa materia prima, Lucía Freitas sirvió sobre la mesa del Millesime su empanada líquida de bonito y escabeche de mejillón, para luego continuar con un pescado, el ya comentado guachinango, «con carne moi similar, que cociñamos cunha salsa con matices anisados e cebola, unhas moi pequeniñas e tenras que teñen aquí». Freitas termina su parte con su postre por excelencia, La vie en rose, «que é un regalo de aniversario que lle fixen ao meu fillo cando cumpreu un ano». Consta de frutos rojos, lichis (una fruta oriental), pimienta rosa y vinagre balsámico, además de pétalos de rosas «que si trouxen dende Galicia, das únicas cousas, concretamente das roseiras de miña nai».

«Todo isto estame a axudar moito para seguir crecendo, sobre todo en Lume, a miña aposta máis viaxeira». Cuenta Freitas que el ambiente de pasión por la cocina que se respira en el certamen le está aportando muchas experiencias, muchos aprendizajes en relación con los creadores de otros platos celebrados a nivel mundial. No solo eso, también se ha convertido en toda una embajadora de Galicia a nivel gastronómico, llevando sus recetas y productos a donde ella va e intentando atraer a todo el mundo a probarlos sobre el terreno: «Sempre remato as comidas ou as ceas invitando a todo o mundo a vir a Galicia, e podo asegurar que nesta ocasión vai vir máis de un».

Uno de los postres más famosos de la chef Freitas, «La vie en rose», que también preparó en México.
Uno de los postres más famosos de la chef Freitas, «La vie en rose», que también preparó en México.

La sabiduría popular está muy presente

Más allá de las anécdotas, que le han enseñado a la chef compostelana que la palabra «ahorita» no quiere decir «ahora», sino en unas horas o unos días, viendo cuando le llegó el cargamento de materia prima, Lucía Freitas ha ido a México también para empaparse de la sabiduría popular. Todos los chefs invitados al certamen han recorrido kilómetros por caminos empedrados mientras no estaban trabajando para reunirse con mujeres con la ama Betty, «unha señora que vive no medio das montañas, nun lugar marabilloso, e que nos amosou como é un almorzo tradicional na súa terra».

Los platos, como dice Freitas, «de nai ou de avoa», han sido uno de sus mejores experiencias. Comieron quesadillas, mole, frijol, arroz o guiso de nopal (una especie de cactus), para luego cerrar con café, que esto sí es universal. «Todo isto sérveme para seguir estudando as gastronomías do mundo e seguir medrando ao seu abeiro», reflexiona la chef.