¿Fuiste testigo de cuando en la calle Santiago de Chile se sucedían protestas de estudiantes, cenas en el asfalto o lanzamiento de bolsas de agua? Déjanos tu testimonio
VIVIR SANTIAGO

Esta calle del Ensanche compostelano, kilómetro cero de los pisos de estudiantes, vivió desde 1979 y hasta los 90, años de conflictividad y manifestaciones festivas. ¿Lo viviste? Ayúdanos a recordarlo
15 mar 2023 . Actualizado a las 08:11 h.Posiblemente, solo los compostelanos que pasen de los 40 años y aquellos gallegos que estudiaron en Santiago desde 1979 y hasta inicios de los 90 recordarán lo vivido en la calle Santiago de Chile, en el Ensanche compostelano, durante algo más de una década. Esa zona, kilómetro cero en esos años de los pisos de universitarios, se convirtió también en esa época en la avenida de los estudiantes, primero por encendidas protestas por la falta de servicios universitarios y, a continuación, con manifestaciones festivas, que no dejaron atrás prácticas contundentes, como la de lanzar bolsas de agua sobre la calle.
¿Fuiste testigo de ello? Si es así cuéntanos lo vivido en el email vivirsantiago@lavozdegalicia.es para poder recordarlo.
El origen de las protestas se remonta principalmente al año 1979, cuando una reivindicación estudiantil por una serie de servicios universitarios, como la falta de comedores o de hospedajes promovidos por la USC, sumado a la carestía de alquileres o lo que se denunciaba como una regresión en la política de becas, derivó en un levantamiento en la USC, que llegó a tener centros sin clase, estudiantes encerrados en facultades e, incluso, se produjeron detenciones. Una creciente conflictividad que también tuvo su reflejo en la propia Santiago de Chile, con barricadas u hogueras por parte de los estudiantes, quienes también cruzaban en ella coches. Así lo recogían informaciones publicadas en noviembre de ese año en La Voz:
Las protestas también tenían su parte más festiva, como recogía otra crónica de ese mismo mes, en la que se explicaba que en plena calle los jóvenes llegaron a celebrar una cena de tortilla y vino, en torno a una gran hoguera: «Desde la medianoche, Santiago de Chile sirvió de gran mesa para cuantos quisieron acercarse a tomar repollos, patatas y otros comestibles, alrededor de una enorme fogata. Eran más de las dos y la fiesta continuaba. El ambiente se completaba gracias al acompañamiento de mucha gente que seguía la ‘cena’ desde las ventanas. Los comensales podrían acercarse a los cien».
Calmado ese conflicto, la calle Santiago de Chile se mantuvo durante años como uno de los centros neurálgicos de la ira y la fiesta estudiantil. Muchos jueves se sucedían protestas o caceroladas, también desde los domicilios. En los 80 e, incluso, a inicios de los 90, también se generalizaron prácticas iniciadas previamente, como la realizar cenas en la calle u arrojar agua en el interior de bolsas de plástico con sus extremos anudados, lanzamientos que llegaban a causar desperfectos en los coches aparcados abajo o heridas a transeúntes, quienes debían realizar fintas y amagos para llegar secos a sus domicilios. Unas trifulcas con los peatones que no hacían sino propiciar la caída de más líquido, un efecto en cadena que en ocasiones también se potenciaba desde la calle con exhortaciones de riego. Esas sesiones, como algunos testigos recordarán, solo se interrumpían temporalmente cuando alguien alertaba de la llegada de la policía.
¿Fuiste testigo de ello? Déjanos tu testimonio en el email: vivirsantiago@lavozdegalicia.es