Una sala de Suiza se viene arriba al son de «A rianxeira» de la orquesta Olympus

La Voz SANTIAGO

VIVIR SANTIAGO

ALEJANDRA PLAZA

La formación de Negreira fue el plato fuerte del «carnaval gallego más grande del país helvético», organizado este pasado fin de semana en Ginebra. «Fue una sensación única», confirma el cantante Néstor Peña

07 mar 2023 . Actualizado a las 15:22 h.

«Sabíamos que iba a haber muchos gallegos en la fiesta, pero la verdad es que lo vivido en Suiza fue una sensación única. Sales de tu tierra y notas lo mucho que los emigrantes aprecian lo suyo, lo anhelan», destaca aún emocionado Néstor Peña, el cantante de la orquesta Olympus, la formación con base en Negreira que protagonizó la fiesta de Ginebra con la que la Irmandade Galega na Suiza celebró por todo lo alto sus 50 años al servicio de la colectividad emigrante en la ciudad y, por extensión, de todo el país helvético. Un medio siglo que quisieron conmemorar con el «entroido gallego más grande de Suiza».

La celebración tuvo como base la sala Palladium de Ginebra, con capacidad para más de mil personas. «Yo ya había ido a Suiza previamente con otras orquestas, aunque con la Olympus era la primera vez. Sabía que iba a haber muchos gallegos. Aún así, no deja de sorprender la hospitalidad, impresionante, con la que te reciben», destaca el actual cantante de la formación.

«Sabes que ante cánticos tan representativos de Galicia, como es la de A rianxeira, es imposible que los emigrantes no se vengan arriba. Coreando las canciones expresan su morriña», continúa Néstor Peña. «Antes de arrancar el espectáculo, ya le dije al pianista que me diese los acordes de ese tema. Sabía que todo el público la iba a corear. Fue brutal ver desde el escenario la comunión con todos los gallegos», recuerda agradecido el cantante.

«Para la Irmandade Galega na Suiza fue un éxito. Todo salió redondo», añade al recordar una velada que incluyó primero una cena, a la que acudieron más de medio millar de comensales, y luego una verbena, con muchos asistentes disfrazados, en la que la propia Orquesta Olympus y Dj Rokiño hicieron vibrar a un público de por sí ya entregado.