Lleno total en las discotecas de Santiago para albergar la primera gran noche de fiesta universitaria tras los exámenes de enero

Andrés Vázquez Martínez
Andrés Vázquez SANTIAGO DE COMPOSTELA

VIVIR SANTIAGO

Jóvenes arremolinándose en la puerta de Vanitas, uno de los locales de moda en Santiago, en una fotografía de archivo.
Jóvenes arremolinándose en la puerta de Vanitas, uno de los locales de moda en Santiago, en una fotografía de archivo. XOAN A. SOLER

Tanto los locales de la Zona Vieja de Compostela como los del Ensanche se preparan para una de las jornadas nocturnas más potentes del año, pues el alumnado de la USC quiere reencontrarse al fin fuera de las bibliotecas

03 feb 2023 . Actualizado a las 13:50 h.

Compostela vuelve a vestirse de gala para salir de fiesta. Sus universitarios quieren celebrar la libertad tras casi dos meses de estudio y exámenes, por lo que hoy saldrán en tromba a bailar en todo local que esté disponible. «En noches como hoy, hay para todos», asegura Fernando Pazos, gerente de las discotecas Vanitas y Facultad, en el Ensanche, pues son tan fuertes como las de Fin de Año o como las de primeros de septiembre, cuando los estudiantes vuelven al trabajo, del que también parece formar parte salir.

Hay dos tipos de planes y para llevarlos a cabo se va a movilizar toda la ciudad. En primer lugar, los pisos de la parte nueva, absolutamente superpoblada de estudiantes de la USC, sobre todo en calles como la de Santiago de Chile, serán el escenario de numerosas previas, botellones de interior en los que se reunirán amigos de clase para celebrar su reencuentro fuera de la biblioteca.

Es muy probable que este tipo de fiestas caseras se alarguen durante la madrugada, pues la posesión de entradas para las discotecas y la seguridad de que van a poder acceder a ellas sin problema permitirá a muchos jóvenes bajar de casa bastante tarde. De este modo, es de suponer que la actividad se prorrogue hasta las tres o las cuatro de la madrugada, cuando ya haya mucho ambiente en las discotecas, que no hay nada peor que entrar en cualquiera de ellas y encontrársela vacía.

El otro plan que más adeptos generará será el que saca estas previas fuera de las viviendas y que tendrá lugar más bien en la Zona Vieja. Ya se ve que hay ambiente, con los chavales tomando algo en las terrazas, al frío sol de febrero. De este modo, la movida se trasladará a establecimientos como O Rincón do Porrón, en la Algalia. Este histórico de las fiestas en la parte monumental de Compostela es un gran atractivo tanto para estudiantes locales, hechos a la tradición del porrón, como a otros que vienen de diferentes partes de España o del mundo mediante programas tipo Erasmus y que se ven atraídos por esta muestra de la cultura popular que es beber en este recipiente. Hay quien se luce, levantando el porrón muy por encima de su cabeza hasta estirar el brazo.

Sea como sea, este local tan pequeño de la rúa da Algalia de Arriba va a estar lleno desde su apertura, con cincuenta personas en su interior que ya han reservado su plaza previamente. Ángel Vaz, uno de sus responsables, apunta que esta noche contarán con un camarero más para hacer sus mezclas, pasando a ser tres personas en lugar de dos.

El siguiente paso de estos muchachos que elijan la Zona Vieja para empezar la noche será en alguno de sus pubs, como Tarasca o Avante. En ellos no se pide entrada, algo que los hace muy atractivos para algunos universitarios que vayan construyendo sobre la marcha su plan. Además, su ambiente inigualable y su música diferente a la de las discotecas del Ensanche (aunque cada vez menos, en algunos casos) las hacen irresistibles para muchos. Uno de esos establecimientos será Bloom, cuyo encargado, Jose Bouzas, asegura que esta va a ser una noche movida: «Nós contamos con ter moita xente, aínda que tamén somos moi de sábado, cando se xuntan perfís aínda máis dispares e contamos con máis persoas de Santiago». Ya se sabe, el picheleiro le es fiel a sus piedras.

En noches como esta es necesario tener entrada previa para acceder a cualquier local, que una vez canjeada se convierte en un sello habilitante para entrar y salir del local.
En noches como esta es necesario tener entrada previa para acceder a cualquier local, que una vez canjeada se convierte en un sello habilitante para entrar y salir del local. PACO RODRÍGUEZ

Todo desemboca, qué duda cabe, en el Ensanche. A medida que los pubs de la parte histórica de la ciudad van cerrando, se van nutriendo cada vez más los de la nueva. Tres buques insignia, como Vanitas, Facultad o Blaster, van a tener lleno absoluto, pues han vendido todas sus entradas. «Espero tener una noche, ante todo, tranquila», afirma Fernando Pazos, el gerente de las dos primeras, que ha vivido unas Navidades complicadas. Con todo arreglado y en orden, toca volver a pasárselo bien.

Estos locales serán los encargados de cerrar la noche al cerrar en torno a las cinco o cinco y media de la mañana. Más allá de la cita con estas discotecas solamente se encuentra algún que otro after, además de leyendas como la pizzería Galicia, en la que tomarse un tentempié en forma de bomba (un bocadillo) o pizza antes de irse a la cama, para despertarse con energía. El viernes por la mañana, a primera hora, las facultades excusan de abrir.