Es lunes, «xa chove coma antes» en Santiago... ¿Es posible combatir al día más triste del año?

Andrés Vázquez Martínez
Andrés Vázquez SANTIAGO

VIVIR SANTIAGO

XOAN A. SOLER

La entrenadora personal Marián Cobelas ofrece algunas de sus claves para que ni el «blue monday» ni la cuesta de enero acaben con nuestro ánimo

16 ene 2023 . Actualizado a las 12:53 h.

Seguro que hoy muchos se han levantado con el pie izquierdo, con más resoplidos que sonrisas hasta bien entrada la mañana. Tiene sentido: es un lunes de pleno enero, pasadas ya las vacaciones de Navidad, en el que toca recortar gastos tras los excesos y asumir que la rutina del nuevo año está de vuelta entre lluvias, viento y frío. En efecto, a este tercer lunes de enero se le denomina blue monday (en inglés, lunes azul) y tiene la fama de ser el día más triste del año.

La base científica del término blue monday es nula. Parece ser que tiene su origen en el 2005, ligado a una campaña publicitaria de una aerolínea vista la disminución en las reservas de vuelos que había tenido en las mismas fechas del año anterior, el 2004. Se publicó una fórmula matemática que, presuntamente, evidenciaba que el de hoy era el día más triste, pero ningún científico quiso vincularse con ella.

«Me parece más bien algo anecdótico y, evidentemente, sin evidencia científica». No lo duda Marián Cobelas, doctora en Lingüística Teórica y Aplicada por la Universidad de Santiago y entrenadora personal certificada por ICC (International Coaching Community). Ejerce como tal en la comarca de Santiago y, aprovechando la efeméride, hablamos con ella para tomar consejo de lo que se puede hacer para mejorar nuestro estado de ánimo con pequeñas cosas. En la actualidad, además, está terminando el grado en Psicología.

—Más allá de la anécdota, ¿es enero un mal mes?

—Enero es sinónimo de síndrome posvacacional. Es normal que luego de momentos placenteros, como los de la Navidad, nos cueste un poco más retomar la rutina, pues venimos de unas fechas que son muy intensas, plagadas de celebraciones, de bienestar. La rutina diaria nos devuelve a los horarios, al trabajo, al colegio… Es volver al calendario. Algo que también juega su papel es el invierno, pues el clima nos afecta. Y además hay que sumar la cuestión económica, pues en estas fechas tenemos que apretar el cinturón de nuevo tras el derroche navideño.

XOAN A. SOLER

—¿Cuáles son las claves para estar bien todo el año?

—Creo que en toda época debemos profundizar en el autoconocimiento y en el autocuidado. El primero es clave para conocernos a nosotros mismos en profundidad, y no solo cuestiones más superficiales como los gustos o las aficiones, sino también profundizar en, por ejemplo, las situaciones que nos generan cada una de nuestras emociones, para saber controlarlas mejor. El autocuidado, por su parte, es algo que va prácticamente de la mano con lo anterior. Consiste en encontrar esa calma que nos permite tomar conciencia de lo que estamos haciendo, razonar cada una de nuestras decisiones para poder estar a gusto con ellas y abandonar el piloto automático que muchas veces llevamos activado en el día a día.

—A día de hoy, en un mundo de prisas, a muchas personas se les puede hacer complicado esto último. 

—Es cierto. La sociedad lleva un ritmo en el que es difícil encontrar tiempo para ejercitar estas partes de nosotros mismos. Ahora bien, si somos capaces de conseguir nuestro momento, el resto de las facetas de la vida pueden hacérsenos mucho más sencillas a la larga. En mi experiencia, tras tratar con tanta gente, veo que no nos permitimos parar. A día de hoy es casi un privilegio, hasta el punto de que la gente incluso paga por pasear por el bosque y cosas así. Aunque sepas cómo se pueden seguir esas dos pautas que yo comentaba, es complicado poder hacerlo. Vivimos en un bucle de vida social y trabajo.

—Más allá del concepto, ¿cómo podemos lograr esas metas?

—Para mí, una de las grandes claves es poner límites. Intentar cubrir las expectativas que los demás tienen de ti a veces puede ser agotador, por lo que hay que saber decir que no sin sentirnos culpables, dado que, al final, esto se traduce en respetarnos a nosotros mismos y a los demás. A partir de esos límites, que nos permitirán poder pausar nuestras facetas sociales, podemos pasar más tiempo con nosotros mismos y trabajar en esos dos conceptos del autoconocimiento y el autocuidado.

—¿Y si nuestra vida no nos ofrece mucho tiempo y no queremos renunciar a nada de nuestra esfera social?

—Para esos casos, que son perfectamente comprensibles, creo que lo más recomendable es conectar con el agradecimiento. Estrechar lazos con aquello que ya tenemos y dar gracias por ello nos puede ayudar a estar en paz. De esa manera dejaremos de vivir en la carencia y podremos dar el salto a una vida menos agotadora, que nos exija menos.

Íñigo Miranda, de 32 años, nació en A Coruña pero reside en Madrid.

Íñigo Miranda, el gallego que normaliza su depresión en TikTok: «Las mañanas me cuestan, no me apetece levantarme de cama y no soy capaz de salir»

Cinthya Martínez

Más allá de bailes, trends y modas, TikTok también alberga muchas historias y, sobre todo, personas. Íñigo Miranda, un gallego de 32 años que reside en Madrid, empieza a popularizarse estos días en la red social. Sus vídeos simulando una especie de diario acumulan cientos de miles de visualizaciones y la razón no es otra, que la particularidad de su contenido: el joven cuenta su día a día conviviendo con la depresión. 

«Creé el perfil porque estoy de baja. No llevo mucho, pero no puedo trabajar porque esta depresión es como una recaída de otra. Y con el fin de sentirme útil, he abierto este perfil de TikTok para no estar en casa sin hacer nada», confiesa. Añade que en esta decisión también influye, de cierta forma, su profesión; esa que ha tenido que dejar de lado durante un tiempo. Porque Íñigo es trabajador social: «Repercute mucho, porque desde nuestro ámbito lo que hacemos es visibilizar colectivos. Intentar normalizar su situación, que se les incluya en la sociedad. En cierto modo se parece también a lo que yo hago en redes. Hablar y normalizar estos pensamientos acerca de la depresión para poder visibilizarlos». 

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