La noche de Reyes en Compostela, mágica por su fiesta y sus planes para todas las edades y gustos

Andrés Vázquez Martínez
Andrés Vázquez SANTIAGO / LA VOZ

VIVIR SANTIAGO

Ambiente en la parte monumental de la ciudad.
Ambiente en la parte monumental de la ciudad. Sandra Alonso

Sea cual sea la predilección, del chocolate caliente al vino, los planes se multiplican en Santiago tanto para familias como para jóvenes, pues las ganas de ilusionarse bastan para disfrutar

04 ene 2023 . Actualizado a las 17:46 h.

La noche de Reyes es la última de las madrugadas mágicas que integran las vacaciones navideñas. Pasada Nochebuena y pasado Fin de Año, queda la de mañana como única abanderada de la ilusión de estas fechas. Tanto niños como adultos tienen sus motivos para estar deseando el atardecer del día 5, no digamos los jóvenes, que se van a comer las pistas de baile para luego volver al estudio de enero o a sus puestos de trabajo, esos que de seguro todavía no hace mucho que estrenaron.

Como cada quien tiene su plan, pensemos en las dos perspectivas más comunes ante la jornada del 5 de enero, la víspera de Reyes. Habrá quien lo quiera todo, y si el cuerpo le aguanta hace muy bien, pero lo más común será que unos, aquellos que esperan a los Reyes Magos, se retiren al mismo tiempo que los que no hace mucho los esperaban salen con el objetivo de volver a casa cuando los repartidores de regalos ya se hayan esfumado.

  

Plan familiar

Nadie mejor para guiarnos por entre la hostelería compostelana que Thor Rodríguez, presidente de Hostelería Compostela. «Seguro que las familias que acudan con sus hijos e hijas a ver la cabalgata de Santiago tendrán ganas de calentar el cuerpo con un buen chocolate», rompe el hielo Rodríguez, proponiendo este plan para luego del paseo. Se esperan temperaturas normales a estas alturas de año, más bien bajas, para cuando sus majestades atraviesen la ciudad en sus carrozas, no superiores a los 12 grados según Meteogalicia, que no pronostica lluvia.

Aunque seguro que se han cansado de repartir tazas de chocolate en Fin de Año, en la cafetería Paradiso se preparan ya para la tarde del día 5.
Aunque seguro que se han cansado de repartir tazas de chocolate en Fin de Año, en la cafetería Paradiso se preparan ya para la tarde del día 5. PACO RODRÍGUEZ

La oferta de bares y cafeterías a lo largo de todo el recorrido es más que variada. Aquellos que lo terminen en la plaza do Obradoiro, donde lo harán también sus Majestades, tendrán a su disposición toda la oferta de la Zona Vieja, que estará a completa disposición de los compostelanos durante estas fechas por no haber casi turistas. Quizás una buena opción sea, por ejemplo, la cafetería Paradiso, uno de los grandes clásicos de la parte monumental con incontables años endulzando tardes como la de mañana. Pero no es la única, pues también se podrá contar con otros mitos como el Café Casino, el restaurante Marte o el café Iacobus.

Luego lo suyo es cenar: aprovechar el festivo es una obligación para aquellos que pueden. Aquí es muy probable que ya se empiece a dar el intercambio de personal, que las familias vayan saliendo y los jóvenes (o no tan jóvenes) con planes nocturnos vayan pasando. Es por ello que la hostelería espera una noche movida. En las inmediaciones del área monumental las opciones son muy variopintas, aunque puede una buena posibilidad para volver al Bar La Tita, que no tendrá tanta carga turística ni estudiantil. 

Una ración de tortilla en La Tita, su plato más afamado y que se sirve en forma de tapa con cada consumición.
Una ración de tortilla en La Tita, su plato más afamado y que se sirve en forma de tapa con cada consumición. PACO RODRÍGUEZ

  

Plan nocturno

Así como para tomarse un chocolate o un café, la oferta también es amplia para reunirse con amigos y pedirse unas cañas. Ese será el primer paso de muchas pandillas, que luego seguramente cenen algo y se aventuren a una noche que cierra el ciclo de salidas navideñas. Lo saben en los propios locales, que ya hablan de que lo próximo que les toca será «estudiar», como dice, ironizando, Fernando Pazos, gerente de la discoteca Vanitas. No es casual, enero es como mayo, meses de exámenes para los estudiantes de la USC, el grueso de sus clientes.

La juventud de raíces compostelanas será la que abunde en la noche del 5 de enero. Álvaro y Miguel, junto a sus amigos, forman una de esas pandillas picheleiras que rondan los 23 años y que se planifican para tener el mejor plan posible en la noche de Reyes. Ellos comenzarán en la Zona Vieja, a una hora prudencial, tomando las primeras copas en el mítico Fuco Lois, para ir luego al pub Kapital. «Últimamente también nos pasamos mucho por el pub Fiji, un nuevo en la rúa da Conga, que no tiene ni un mes, pero se nos hace un poco pequeño y no solemos encontrar mucho sitio», señala Álvaro.

La noche continúa para ellos, normalmente y también en Reyes, en el pub Riquela, «cuyo precio más caro compensamos luego con los cubatas baratos del bar Nemenzo». En la puerta de este último se juntan verdaderas colas de juventud, atraídas por las ofertas constantes de este bar, que se han convertido en su precio fijo. Los chavales de la pandilla de Miguel y Álvaro terminan en ese punto su andadura por los locales de la parte monumental de Santiago, para pasarse luego por la discoteca Blaster, ya en el Ensanche, «aunque ahora la discoteca Vanitas, en el local de Apolo, está muy de moda», como indican ellos mismos.

El interior del pub Riquela en una foto de archivo, cuando aún había restricciones por la pandemia.
El interior del pub Riquela en una foto de archivo, cuando aún había restricciones por la pandemia. XOAN A. SOLER

Los responsables de ambos locales, Nino Blanco por la parte de Blaster y Fernando Pazos por la de Vanitas, apuntan que sus locales comenzarán a rebosar algo antes de las tres de la madrugada. «A de Reis é unha noite moi especial para nós, dende sempre se foi moito de festa en Santiago, aínda que acostuma ser tranquila ao contar solamente con xente da propia cidade ou, como moito, da comarca», comenta el encargado de Blaster, a lo que el de Vanitas le puntualiza que «quizás no es tan fuerte como en Vigo o en otros lados, pero que es de lleno total en Santiago, seguro». Para conmemorarla, de hecho, van a tener una decoración especial en Vanitas, «no como la de Fin de Año, claro», pero sí a tener en cuenta.

En Vanitas están descansando esta semana, aunque tendrán abierto de jueves a sábado. No sigue la misma estrategia Blaster, que ya lleva todos estos días al pie del cañón, y así seguirá también durante el fin de semana. Otro que también mantendrá sus puertas abiertas los tres días será el pub Sónar, cuyo pinchadiscos, Miguel Lueiro, mira al cielo al no fiarse del tiempo: «Da boa noite, pero espero que non nos pase coma en Fin de Ano, que non fixo máis que chover». Su local tiene licencia para abrir hasta más tarde que los anteriores, así que muchos de los que acudan a Vanitas o a Blaster se verán las caras luego en el Sónar. 

El interior del Sónar durante la desescalada coronavírica del 2021. A día de hoy no hay, evidentemente, ninguna restricción al baile ni al movimiento.
El interior del Sónar durante la desescalada coronavírica del 2021. A día de hoy no hay, evidentemente, ninguna restricción al baile ni al movimiento. PACO RODRÍGUEZ

Lueiro ofrecerá una noche similar a la de cualquier sábado, aunque asegura alguna sorpresa con la música. Le gusta fijarse en la gente que va cruzando la puerta y, según las vibraciones que le den, escoge una canción u otra, siempre priorizando el mejor de los ambientes. Eso sí, hay algo que tiene claro y que no cambiará: «Que ninguén veña ao Sónar pensando en escoitar reguetón, ven confundido!».

Cuando salgamos del Sónar, si queremos comer algo, que la noche ha sido larga, probablemente nos encontremos con Miguel, Álvaro y sus amigos tomándose una pizza en el legendario Galicia, como se conoce a la Churrería Galicia & Nino's Pizza. Este tipo de locales son clave para terminar la noche, y más una como la de Reyes, en la que es importante aparecer tarde por casa, no vaya a ser que nos encontremos con los Magos aún debajo del árbol dejando algún regalo.