El móctel, la variante del cóctel que ya es la moda entre los «millennials» de Compostela

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A Carillana, uno de los locales de referencia en Santiago para tomarse un móctel.
A Carillana, uno de los locales de referencia en Santiago para tomarse un móctel. XOAN A. SOLER

Cada vez se consume más esta bebida sin alcohol por ser totalmente natural y, dicen quienes la preparan, mucho más saludable

28 dic 2022 . Actualizado a las 22:34 h.

Todo el mundo sabe lo que es un cóctel, esa bebida que nace de la mezcla de otras, pero, ¿y un móctel? Vayan tomando nota, pues parece que han llegado para quedarse en Santiago de Compostela. Se trata, en esencia, de una variante del cóctel que no lleva alcohol y que, por ello, «casi se podría asemejar a lo que es un batido de frutas que a otra cosa», señala toda una referencia de la coctelería en la capital de Galicia, Pili Fernández, gerente del histórico pub Atlántico. El nombre de móctel proviene del inglés mocktail, fusión de las palabras mock (imitar) y cocktail (combinado, cóctel, en su forma adaptada al castellano).

Precisamente son esas propiedades que destacaba Pili las que le hacen estar en boca de todos y ser una tendencia al alza: ser, básicamente, fruta y además no llevar alcohol. Esta combinación hace muy atractivos los mócteles para todos aquellos que tienen que conducir o simplemente no quieren consumir. Y no solo para ellos, ya que cada vez son más quienes huyen de los azúcares para cuidar su dieta, por lo que esta alternativa es de lo más atractiva en su caso al componerse, casi enteramente de fruta y otros productos naturales. «A la copa se le pueden quitar calorías con bebidas light, pero poco más, porque el refresco siempre está ahí y eso hace que un cóctel sea en todo caso más saludable y natural», señala Pili. 

Pili Fernández, del Atlántico, es toda una institución en el mundo de la coctelería compostelana.
Pili Fernández, del Atlántico, es toda una institución en el mundo de la coctelería compostelana. XOAN A. SOLER

Buena prueba de esta preocupación por cuidar la salud es que las grandes marcas fabricantes de bebidas alcohólicas están sacando al mercado versiones sin graduación, tal y como apunta desde el café A Carrilana su gerente, Natalia Devesa. Bajo su punto de vista, cuanto más natural y casero es el producto, mejor, por lo que en su negocio, especializado en cócteles y mócteles, hacen hasta el sirope que llevan algunas de sus creaciones. Reconoce, ahora bien, que en su caso el cóctel favorito entre los que se piden uno sin alcohol es el mojito virgen, «penso que por falta de coñecemento de que hai moitas máis alternativas». Eso le lleva a hacer «case pedagoxía» con el cliente para enseñarle otras alternativas.

«De todas maneras —habla ahora Pili, del Atlántico—, me parece que ahora sí que es habitual que la gente esté más abierta a explorar por tener más acostumbrado el paladar a los cócteles en general, por lo que suelen pedir bebidas menos azucaradas que una copa, quieran beber alcohol o no». Sobre este último punto, la existencia de graduación en el cóctel, «non é algo que lle afecte ao sabor en absoluto», comenta Natalia Devesa. Es algo importante, pues para muchas personas una cerveza con y sin alcohol son muy diferentes

Unos mojitos en el Atlántico durante la presentación del certamen Santiago(é)Cóctel del 2021.
Unos mojitos en el Atlántico durante la presentación del certamen Santiago(é)Cóctel del 2021. Sandra Alonso

Cuestión de tiempo

«Parece un clixé, pero en Europa van moito máis adiantados ca nós no relativo aos mócteles», asume Natalia, de A Carrilana. De todos modos, en su local, la estimación para las últimas horas de la tarde es que cada vez se consume más esta bebida semejante a lo que sería un cóctel sin alcohol: «Eu calculo que estamos sobre o 30 % dos pedidos de cócteles en total». A Carrilana también ofrece desayunos y brunches, por lo que su oferta varía mucho dependiendo de la hora.

Pili, del Atlántico, abre una nueva variante temporal: la edad del cliente: «Creo que también es un factor importante, pues me parece que cuanto más mayores son, más huyen del alcohol, al menos para beber a diario, y entonces optan más por salidas como los mócteles». Lo confirma Natalia desde A Carrilana: «Noto que os maiores de trinta anos son os que máis piden este tipo de bebidas».