Los acusados de cortar una nalga a un hombre en Vedra se declaran culpables y pagarán 2.500 euros a la víctima

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO DE COMPOSTELA

VEDRA

En una imagen de archivo, un juicio en la sección compostelana de la Audiencia Provincial
En una imagen de archivo, un juicio en la sección compostelana de la Audiencia Provincial PACO RODRÍGUEZ

Uno ha aceptado una pena de un año y nueve meses de cárcel y el otro de once meses

24 jun 2021 . Actualizado a las 03:26 h.

Los dos acusados por agredir y cortar una nalga a un hombre en unas fiestas de Vedra se han declarado culpables y han aceptado penas de prisión que les serán suspendidas y no tendrán que cumplir siempre y cuando no vuelvan a delinquir. Eso sí, ambos tendrán que indemnizar a la víctima pagándole 2.500 euros para compensar los daños que le causaron y las secuelas físicas que le han quedado.

El juicio se ha celebrado en la sección sexta de la Audiencia Provincial, que es la que tiene su sede en Santiago, y se ha resuelto con una sentencia por conformidad. Un pacto entre la Fiscalía y los acusados por el que aceptan ser condenados por lesiones agravadas. Uno de ellos, N. C. C., a un año y nueve meses de cárcel, mientras que el otro, D. S. F., a solo once meses.

N. C. C. estaba además acusado de un delito de maltrato de obra por el que ha aceptado pagar una multa de 180 euros. Los dos, además, no podrán comunicarse por ningún modo ni acercarse a su víctima durante el mismo tiempo de sus condenas.

Los acusados han dado por bueno el relato de hechos probados que presentó la Fiscalía, en el que se relata que sobre la una de la madrugada del 16 de junio del 2018, en el recinto de festejos de San Xián de Sales, en Vedra, se produjo una pelea cuando uno de los condenados se acercó a la víctima para increparle. En el enfrentamiento, el agredido recibió fuertes puñetazos en un ojo y en la nariz hasta que un tercero logró interponerse y apartar a su atacante, que reaccionó abandonando el lugar pero advirtiendo que «eso no iba a quedar así».

Cumplió su amenaza, porque veinte minutos después regresó y, sin mediar palabra, comenzó a agredir al hombre que había evitado que siguieran agrediendo a la víctima, que en ese momento acudió en rescate de él, recibiendo patadas y, en un momento dado, un pinchazo con un instrumento cortante en la nalga derecha.

A las lesiones sufridas en la cara y el cuerpo por las patadas y puñetazos, que precisaron de atención médica, se le une la secuela que el corte le dejó en la nalga, en la que le ha quedado una cicatriz.