Absuelto Kiko, el famoso ladrón de bares de Carballo, de un robo en Vedra, que dijo que le querían «endosar»

x. m. SANTIAGO / LA VOZ

VEDRA

PACO RODRÍGUEZ

En la vista, no negó su amplio historial delictivo, pero aseguró que no había participado en este golpe

27 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Francisco Añón Traba, al que en su Carballo natal conocen como Kiko, es un conocido ladrón de bares que en enero de este año fue juzgado en la sección compostelana de la Audiencia Provincial acusado de haber participado, junto a otras dos personas, en el robo que sufrió el bar Quenllas de Vedra el 13 de octubre del 2017.

En la vista, no negó su amplio historial delictivo, pero aseguró que no había participado en este golpe. «Ese no es mío», afirmó cuando hizo uso de su derecho a la última palabra. En la misma línea se pronunció su abogado, que aseguró que le querían «endosar» el asalto por su fama y sus antecedentes.

La propia Fiscalía reconoció en aquella vista oral celebrada en Santiago que contra Kiko solo contaba con pruebas indiciarias, pero que eran tantas que por eso había presentado acusación y le pedía cinco años de cárcel. Sin embargo, el tribunal concluye que no existen pruebas suficientes como para poder enervar la presunción de inocencia de Añón Traba, por lo que le han absuelto.

«Estimamos que la prueba practicada en el juicio oral no tiene la suficiente fuerza para sostener una condena», señala la sentencia, que destaca que Francisco Añón negó su participación en los hechos y que el dueño del bar no reconoció el cajetín de la caja registradora que se presentó como prueba en la vista y que, añaden los magistrados, hay dudas sobre si el vehículo con el que se perpetró el robo y era o no el que suele conducir Kiko y señalan como dato «fundamental» del caso es que «no existe ningún dato objetivo ni indiciario, salvo la titularidad y el uso habitual, que determine o permita concluir su participación en los hechos».

Probado

Lo que se ha declarado como probado es que a las cuatro de la madrugada de aquel 13 de octubre del 2017, tres personas, con las caras cubiertas y habiendo tapado la matrícula del coche en el que llegaron al lugar, rompieron el cristal de la puerta y accedieron al interior del bar Quenllas para apoderarse de la recaudación de la registradora, en la que había 300 euros, y del dinero que había en la máquina de recreativos. Eso sí, la sentencia asegura que los ladrones son «personas no identificadas», por lo que no se puede culpar a nadie del delito.