Vedra mantiene la tradición del «burro de palla» con coplas de escarnio a la puerta del Concello

Emma araújo SANTIAGO / LA VOZ

VEDRA

CEDIDA

Vecinos del municipio dejan el animal cada martes de entroido

15 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El entroido siempre se guarda un as en la manga, y si la sorpresa está cargada de tradición, el éxito está prácticamente garantizado. Y así ha sido en Vedra, ya que una de las costumbres vinculadas al Entroido da Ulla en la parroquia que da nombre al municipio es la del conocido como burro de palla.

No tiene nada que ver con un caballo de Troya, ya que la compostelana suele ser una pequeña estructura de madera y paja que funciona como una llamada de atención de lo más variada. Lo mismo servía para que un joven le tirase los tejos a una mujer o para mandarle un recado, no siempre cariñoso, a otro vecino.

La costumbre la solían preservar los adolescentes que cada noche de martes de entroido preparaban estos simbólicos burros. Aunque ha caído en desuso, no está en absoluto desaparecida. La mejor prueba de que el burro de palla tiene cuerda para rato es que un elaborado ejemplar de estas características apareció ayer en la puerta de la Casa do Concello, en la misma parroquia de Vedra. Dejar el burro y las coplas en el consistorio no era lo habitual, pero en los últimos años esta adaptación a los nuevos tiempos ha entrado con buen pie, aunque no se mantiene de manera constante. El animal apareció con un largo mensaje en verso, típico de las coplas de escarnio de todo carnaval que se precie. En ellas expresan su frontal rechazo al proyecto de reapertura de la mina de cobre en Touro, denuncian la falta de una depuradora en el polígono y le echan unos cuantos reproches al Concello: «Prometiches que en oito anos habiamos ser coma Boqueixón, auga e saneamento para todos. Queda moitísimo no caixón».

«Agora me despido orneando a máis non dar, pedindo que ninguén se moleste. É carnaval»