Un centenar de vecinos vuelven cinco años después a revivir los Correos y Xenerais en una jornada soleada
29 ene 2018 . Actualizado a las 14:42 h.Ni los huevos a Santa Clara tienen tanto éxito. Después de un terrible sábado, climatológicamente hablando, la primera salida de los Correos y Xenerais del Entroido da Ulla fue recibida por un tiempo espectacular. Fue en la parroquia de Rarís, que además recupera esta tradición después de cinco años. Durante ese tiempo nadie se animó a organizar este desfile, por lo que Diego Mallo, Fernando Golmar y otros jóvenes decidieron que Rarís no podía pasar unos carnavales más sin atranques.
Un centenar de vecinos participaron en esta fiesta ataviados con disfraces bastante elaborados. La comparsa de San Miguel de Rarís, con todos sus integrantes vestidos de una conocida marca de cerveza; los más pequeños de coloridos súper héroes; sobres de medicamentos vivientes de una marca de paracetamol, muy adecuado para la época de epidemia de gripe que pasa Galicia; reinas de la primavera; obispos; militares; marionetas; animales de peluche; un confesionario móvil o la cantina de Sabino, en la que no faltaban productos de la huerta.
Todos recorrieron mañana y tarde la parroquia, haciendo un parón en Fornelos, en donde estaba planificada la comida en una casa particular que ofreció su vivienda a los carnavaleros. Diez xenerais y dos correos realizaron los vivas a los vecinos, unos 250 en toda la zona, que fueron generosos en sus colaboraciones. Alguna, incluso, con un aperitivo para chuparse los dedos, orellas de cerdo, orejas de carnaval, chorizo, pan y bebidas. Aunque la convocatoria estaba prevista a las once y media de la mañana, a las diez ya estaban listos algunos ,«e ás seis da mañá en pé», explicaba uno de los miembros de la comparsa de los súper héroes, en la que iban la mayoría de los niños del desfile. Al menos el madrugón mereció la pena porque el sol lució todo el día, «e senón mala sorte, pero non hai que desgustarse por iso», decía.
Todo lo recaudado con los vivas se destinará a las fiestas. La primera el próximo 9 de febrero, un festival de disfraces para los más pequeños. Pero el montante más importante irá a parar a las fiestas parroquiales, y como en Rarís son festeiros, las tienen en julio, agosto y septiembre, o sea que todo hará falta.
Diego Mallo y el resto de los organizadores estaban exultantes. El calendario de carnavales no pudo comenzar con mejor pie. Hace cinco años estos xenerais dejaron de salir por las casas porque nadie organizaba la fiesta, por lo que la vuelta al entroido tuvo una gran respuesta de gente, participación y tiempo. Este es solo el pistoletazo de salida. Y es que la comarca da Ulla tiene previstas estas semanas 27 salidas en distintas localidades del área de Compostela, Vila de Cruces, Silleda y A Estrada. La de ayer fue la primera pero ya no habrá fin de semana sin fiesta hasta principios de marzo. Los atranques llegarán a varias localidades de Vedra, de Touro, a casi todas las parroquias de Teo y también a la capital gallega, en O Eixo, Angrois y O Castiñeiriño.