«As galerías tiveron moita marcha»

xosé manuel cambeiro SANTIAGO / LA VOZ

VEDRA

C. VILLAVERDE

Afirma que la rúa Nova de Abaixo está parada por falta de aparcamientos

31 jul 2017 . Actualizado a las 19:07 h.

¿Esta es la tienda más vieja de El Pasaje? «Sí, sí». Quien responde es María del Carmen, la dueña del local de decoración Irusa. Nació en Vedra y en su memoria infantil está el ir a la Susana a coger el Castromil para venir a Santiago. Hace medio siglo de esta imagen.

Compostela es su vida desde que un día ella y su marido, pintor, decidieron hacerse con un hueco comercial en ese pasadizo ascendente de Rúa Nova de Abaixo. Hace de ello 39 años. «Éramos xoves, sen experiencia, pero lanzados», dice Maricarmen, quien no ve hoy esa iniciativa de antaño: «Daquela non tiñamos nada que perder, e si moitas ganas de traballar e ningún medo a empezar». Los tiempos antes eran «mellores» y se salía de todas las crisis «pero esta non ten fin».

Con el tiempo, la calle cogió ambiente: «Eran épocas de marcha, coas galerías cheas de bares». El Día del Apóstol «non te podías mover». Sí que eran tiempos. En El Pasaje subsisten algunos negocios, incluido un pub que Maricarmen preferiría que fuese un bar o una tienda. «As galerías están un pouco mortas, pero todas», subraya. Y la propia rúa Nova de Abaixo también: «Debía haber aparcamentos. Non hai zona de carga e descarga. O Concello di que é culpa dos veciños. O caso é que a rúa está parada por falta de estacionamento».

El negocio, obviamente, evolucionó acorde con los tiempos, pero las ventas se redujeron: «Antes vendiamos moito, e pagábamos poucos impostos. Poucos non, nada, comparado con hoxe. Agora hai que traballar medio ano para pagalos». Los autónomos están «asfixiados» y sin ayudas de nadie. Y si encima surgen grandes áreas con sus ventajas de párking, peor. Así lo siente y lo lamenta Maricarmen.

El panorama que observa lo pintaría con sus pinceles de oscuro: «Vai chegar un momento en que vaias polas rúas cheas de locais pechados». Parecerá una ciudad fantasma «pero se é o que queren os gobernantes hai que deixalos, aínda que o bonito é ver comercios, luz e movemento».

Familiaridad

Otro de los signos de mudanza que advierte Maricarmen en la zona es que antes los comerciantes se llevaban mejor que ahora. Pero los mayores se han ido marchando y han venido vendedores de «novas ideas», y ya no existe aquella familiaridad: «Iso estase perdendo». La gente es más independiente «e non fala con ninguén».

Durante la cita en la tienda, junto al mostrador, son varios los clientes que entran y pegan hebra con la dueña. Un señor sale y le va a buscar un café con churros: «Eu son un pouco psicóloga. Ás veces veñen persoas que che contan as súas penas e as súas circunstancias ou che piden consellos. Debo ter cara de psicóloga». Estas cosas se van quedando en los negocios tradicionales: «O trato humano, a charla coa xente, estanse perdendo tamén». Los nuevos tipos de negocios están en otra onda diferente.

¿Qué es lo que más se vende aquí, Maricarmen? «Manualidades e belas artes». Un joven se acaba de llevar pinceles y pinturas. Recuerda la comerciante como antaño las pinturas se vendían al peso, algo que pasó a mejor vida. «Grazas a Deus», apostilla. Hoy se venden por mililitros.

El negocio se halla en una galería serpenteante hasta alcanzar Rosalía de Castro: «Hai xente que prefire vir por El Pasaje porque non hai escaleiras como nas outras». Sí es cierto que al vial ascendente le hace falta algún tratamiento renovador. Salta a la vista.

Nombre. María del Carmen de la Fuente Sánchez nació en Vedra

Profesión. Comerciante y dueña de la tienda más antigua de El Pasaje

Rincón. El lugar comercial en el que se mueve, porque es su vida durante casi cuarenta años