El vial de Aradas liberará el casco urbano de 4.000 vehículos al día desde enero

s. lorenzo SANTIAGO / LA VOZ

TRAZO

PACO RODRÍGUEZ

La adjudicataria está a la espera de pintar y recibir la señalización para que la variante entre en servicio

04 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El nuevo año traerá a Santiago la apertura de un vial largamente esperado en la ciudad, la variante de Aradas. Después de una tramitación que se demoró en exceso, la rápida ejecución de la infraestructura facilitará su puesta en servicio en enero, con varios meses de adelanto respecto al plazo marcado a la adjudicataria de la obra, que expira en agosto próximo.

El avance de los trabajos se puede constatar a simple vista en cualquiera de los dos extremos del viario, tanto desde la rotonda de entronque con la carretera de Santa Comba (CP-0701) y con la de salida hacia Trazo (CP-7804), en O Romaño, como desde la glorieta de acceso al polígono del Tambre, en la intersección de las vías Marconi y Nobel. La constructora encargada de ejecutar el proyecto, Arias Infraestructuras, ya ha finalizado los trabajos de la capa de rodadura y solo le resta pintar y recibir la señalización para colocarla. El pintado queda a expensas de una tregua meteorológica, por lo que podría quedar resuelto en los próximos días. Y la instalación de las señales verticales depende de los tiempos de entrega de la empresa suministradora. Una vez completadas estas dos tareas, y dispuestos algunos elementos auxiliares, el vial ya estará listo para una apertura al tráfico que se calcula que liberará a la zona norte de la ciudad del paso de unos 4.000 vehículos diarios, entre ellos, decenas de camiones que complican la circulación por Vite y San Caetano.

El viario, con un trazado de 1,6 kilómetros, ahorra ese rodeo de varios kilómetros y brinda una conexión directa al parque empresarial. El acceso se realizará por las rotondas referidas, situadas en cada extremo de la variante. La de O Romaño ya lleva varios meses construida y la del polígono se remató más recientemente. También está listo el elemento constructivo más singular del proyecto, un viaducto de 80 metros de longitud que sobrevuela el cauce del Sarela. La variante, cuyo contrato había sido licitado por la Axencia Galega de Infraestructuras por 6,28 millones, finalmente tendrá un coste de 4,77, de acuerdo con la adjudicación realizada a Arias.

La celeridad en su ejecución permitirá recuperar parte del tiempo que se perdió en una dilatada fase de tramitación administrativa durante la que permaneció hibernado un proyecto cuyas obras habían sido licitadas por la Administración autonómica en el 2012. El principal lastre fueron las complicaciones que deparó el trazado urbano de la variante, así como las numerosas reclamaciones vecinales que la Xunta tuvo que abordar. Resueltos esos problemas, el Gobierno gallego autorizó en agosto del 2016 un proceso de expropiaciones en el que ocupó 116 parcelas por las que abonó a sus propietarios 629.000 euros. La inminente apertura del vial completa una de las grandes obras que Santiago tenía pendientes.