La variante de Aradas sale del letargo con el arranque de las expropiaciones

S. Lorenzo SANTIAGO / LA VOZ

TRAZO

s. alonso

La adjudicataria citará a los propietarios de los terrenos afectados para iniciar el proceso

12 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

A la variante de Aradas parece que le ha llegado la hora. La infraestructura, la más demandadas por los compostelanos y los empresarios del polígono del Tambre, recibió hace varios años luz verde de la Xunta. Aunque ese compromiso no evitó la caída del proyecto en un prolongado letargo. Las dificultades derivadas de su trazado urbano, y el aluvión de reclamaciones vecinales que la Administración tuvo que resolver, fueron demorando el inicio de unas obras que llevan cuatro años licitadas, y que todavía tendrán que esperar unos meses. Pero los trámites previos han empezado a moverse. La adjudicataria de los trabajos de asistencia técnica de las expropiaciones, con la que la Xunta firmó el contrato correspondiente en agosto, tiene previsto empezar a citar en los próximos días a los propietarios de los terrenos afectados para proceder al levantamiento de las actas previas a su ocupación.

La Consellería de Infraestruturas activa así una fase, la de las expropiaciones, para la que reservó 629.000 en las cuentas de este ejercicio. Esta partida representa algo menos del 10 % del coste de una actuación para la que la Xunta ha consignado en sus Orzamentos una inversión de 6,9 millones de euros. El proyecto consiste en un vial de 1,6 kilómetros de longitud que conectará la carretera de Santa Comba con el parque empresarial del Tambre. El trazado de la variante arrancará con una rotonda en el cruce de los viales CP-0701 (carretera de Santa Comba) y CP-7804 (salida hacia Trazo), para continuar avanzando en la dirección oeste-este y, tras salvar el río Sarela con un viaducto (para el que se estimó una longitud de 80 metros), acceder al polígono del Tambre a la altura del cruce de las vías Marconi y Nobel, donde se habilitará una segunda rotonda.

Tal como está diseñado, el nuevo vial funcionará como una variante por el norte de Santiago, y canalizará la mayor parte del tráfico que procede de Portomouro, Santa Comba, Val do Dubra, Carballo y Trazo con dirección al polígono industrial o a la red de carreteras localizada al este de la ciudad, como las que dan acceso a la AP-9 y a la autovía de Lavacolla. Todo ese tráfico se ve abocado a circular en la actualidad por el casco urbano, lo que provoca una notable densidad circulatoria. De hecho, la Xunta calcula que la variante de Aradas absorberá una media de 4.000 vehículos diarios.

De acuerdo con el proyecto de trazado e impacto ambiental de la variante, que la Xunta publicó en el DOG en septiembre del 2011, la infraestructura afecta a 116 parcelas, de las que 15 son de naturaleza urbana, y el resto son fincas rústicas. Los propietarios son los que ahora citará la adjudicataria para iniciar unas expropiaciones que ya fueron abordadas en el encuentro que Martiño Noriega mantuvo en marzo con Feijoo en el despacho de este en San Caetano, como una de las infraestructuras de su competencia que la Xunta considera prioritarias para la ciudad.