La actuación supondrá una inversión de 1,9 millones de euros, dice la firma
11 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Cobre San Rafael, la empresa que promueve la reactivación de la producción de cobre en la mina de Touro, parece decidida a apostar por ese enclave y por los recursos que aún guarda. Tras el fracaso cosechado por el primer proyecto presentado, contra el que se levantó toda la ría de Arousa, la firma parece haber emprendido una nueva estrategia. Ayer, la empresa anunció el inicio de las actuaciones de restauración «integral y definitiva de las aguas de la antigua mina». Esa actuación supondrá una inversión de 1,9 millones de euros, dice la firma. Un dinero con el que se desplegará un proyecto ambiental que «responde a una demanda social para solucionar los pasivos ambientales heredados» de una mina que cerró hace 35 años «conforme a los estándares de la época, que no tenían el nivel de exigencia actual».
El proyecto de restauración ya se está ejecutando, y la previsión es que esté rematado en seis meses. En ese tiempo se va a construir un gran canal de drenaje que va a evitar que las aguas de lluvia penetren en el antiguo depósito de estériles, una estructura que no fue impermeabilizada en su momento y en la que se almacenaban los residuos de tratamiento de la planta de mineral. «El nuevo canal recogerá el agua antes de que se filtre a través de la instalación, manteniendo así su calidad», explican las empresas implicadas en este proyecto. Las mismas afirman estar «acometiendo las obras de recogida y canalización de aguas que puedan entrar en contacto con minerales, que serán enviadas hasta las dos nuevas plantas de tratamiento de aguas. Estas instalaciones, en avanzado proceso de fabricación, van a procesar las aguas hasta alcanzar las condiciones idóneas para su descarga en los cursos naturales». El proyecto, explican sus promotores, aborda también la gestión de las aguas acumuladas en el histórico hueco minero de Vieiro, «que serán bombeadas a una de las plantas de tratamiento para optimizar su calidad antes de ser devueltas a cauce público».
«Compromiso real»
Con estas actuaciones previas, Cobre San Rafael, Explotaciones Gallegas y Atalaya Mining, pretenden mostrar su «compromiso real con su entorno social y natural». Se trata, dice Cobre San Rafael, de «una apuesta por la industria sostenible que supone la restauración ambiental definitiva de las aguas del entorno de la histórica mina de Touro antes del comienzo de cualquier otra actividad». Con ello se quiere «dar respuesta a un intenso proceso de dialogo con las partes interesadas, principalmente la sociedad del entorno de la mina, que demandaba la mejora de la calidad de las aguas de los cursos cercanos a la antigua explotación». Por eso, señalan que es «una iniciativa previa y desvinculada del desarrollo de un nuevo proyecto de aprovechamiento de los recursos metálicos que están todavía presentes en el subsuelo».
De hecho, la empresa presentará un nuevo proyecto para la explotación de dichos recursos y parece haberse percatado de la importancia de que esa actuación cuente con el beneplácito de la ría de Arousa y de su sector productivo, que hace unos años encabezó la oposición al primer proyecto planteado para reactivar la explotación de los concellos de Touro y O Pino.
La actuación pasa, básicamente, por canalizar las aguas que puedan estar en contacto con minerales hacia dos nuevas plantas depuradoras.
Según Cobre San Rafael se realizará una inversión de 1,9 millones de euros.
La empresa asegura que este proyecto es «una iniciativa previa y desvinculada» del desarrollo de un proyecto de aprovechamiento de los recursos. La intención de Cobre San Rafael es demostrar que la tecnología minera ha avanzado mucho y que su modelo de negocio es respetuoso con el entorno.