La auditoría revela que gran parte del alumbrado debe ser actualizado

Margarita Mosteiro Miguel
Marga Mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

TOURO

El estudio llegó hace unos días al Concello, que elaborará un plan de obras

30 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El Concello tendrá que actualizar el alumbrado público instalado en Santiago entre los años 60 y 80 del pasado siglo. Esta es una de las principales conclusiones de la auditoría encargada por el gobierno local tras el accidente, en septiembre del año pasado, en el que murió electrocutada una adolescente tras tocar una farola de un parque de Vite.

La concejala de Urbanismo, Teresa Gutiérrez, recibió el informe final de esta auditoría que, a instancias del Concello, incide especialmente en las condiciones de seguridad del alumbrado público de todo el municipio. Los primeros datos aportados por la edila indican que el servicio cuenta con instalaciones modernas y adaptadas a la normativa vigente, y otras más antiguas que cumplen la normativa de aplicación en su momento, pero no la actual, que es más rigurosa. Gutiérrez, que no quiso poner ejemplos concretos de las instalaciones más obsoletas, indicó que «todos sabemos más o menos de lo que estamos hablando». Así, el alumbrado de las nuevas urbanizaciones estaría en buenas condiciones, mientras que el que se instaló entre los años 60 y 80 necesita ser actualizado.

La concejala de Urbanismo eludió aportar datos sobre las instalaciones del alumbrado público en el parque de Vite donde falleció la joven, porque «está bajo secreto de sumario», aunque indicó que fueron remitidos al juzgado todos los documentos solicitados «y se seguirán enviando, pero no ofreceremos ninguna información».

La concejala explicó que puede haber más instalaciones susceptibles de ser actualizadas en el rural, aunque representan en potencia una cantidad inferior a la que tendrá que cambiarse en la zona urbana, donde posiblemente haya menos equipos antiguos.

Ante los resultados de la auditoría, la concejala indicó que ahora los técnicos revisan los detalles por si hubiera algún punto que precise aclaraciones o ampliación de análisis. De hecho, a principios de mes llegó el borrador de la auditoría, que fue revisado y devuelto a la empresa responsable para matizar algunas cuestiones. Tras su estudio por parte de los técnicos se realizará un plan de obras que atenderá a una serie de criterios como el número de usuarios del vial o la antigüedad de las instalaciones.

Teresa Gutiérrez explicó que «no sería lo mismo la farola de una calle por la que pasan muchas personas que una situada en una carretera por la que solo pasan coches». La concejala indicó que la idea es establecer prioridades para ir acometiendo los cambios en función de las posibilidades presupuestarias.

La edila apuntó que los proyectos de modificación del alumbrado público, como el que acaba de adjudicarse para la rúa de Touro, ya se harán atendiendo las recomendaciones de la auditoría, que no solo buscaba identificar los puntos con deficiencias, sino también hacer frente a cambios en el tendido que permitan optimizar recursos y reducir el consumo energético.

«Todos sabemos más o menos qué instalaciones son las más antiguas y necesitan cambios»

Teresa Gutiérrez