Las ciudades se quedan atrás a la hora de licitar de forma electrónica

Toni Silva A CORUÑA / LA VOZ

TORDOIA

Álvaro Ballesteros

A Coruña, Santiago y Ferrol aún requieren el sistema manual mientras pequeños concellos ya gestionan con el 2.0

01 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Las empresas interesadas en realizar la pavimentación de la avenida de Couce, en Valdoviño (por algo más de 200.000 euros) tendrán que presentar la oferta en este pequeño concello de forma electrónica. Por el contrario, las firmas que quieran optar a reformar el mercado de Caranza de la ciudad de Ferrol (casi 800.000 euros) deben olvidarse del 2.0 y presentar la oferta de forma manual, en el sobre de toda la vida.

No son casos aislados. La provincia de A Coruña esconde una curiosa paradoja en la que municipios rurales y sin especialistas informáticos como Irixoa o Coirós ya están preparados para gestionar los nuevos contratos de forma telemática, como pide la Ley 9/2017 al albur de la directiva europea que marca octubre como el plazo en que el papel debe ser una mero recuerdo en la Administración. En cambio, las tres grandes ciudades -A Coruña, Santiago y Ferrol-, todavía no se han adaptado a esta nueva realidad o están en fase de pruebas. «Las ofertas se presentarán en el Registro de María Pita en papel o en soporte digital que se presentarán en el sobre cerrado. La presentación no se realiza a través de medios electrónicos, conforme a la DA 15.ª de la LCSP, por la falta de medios técnicos para su realización», señala uno de los recientes documentos de licitación del Ayuntamiento de A Coruña.

Mientras, consistorios como Paderne, Ordes, Tordoia, Brión, A Pobra, Mazaricos, Corcubión, A Capela o Santa Comba llevan meses licitando los nuevos contrarios de forma «exclusivamente» electrónica. Muchos han contado con la asesoría del equipo de informáticos de la Diputación, que han prestado su ayuda de forma poliédrica: cursos de jornadas completas para explicar la Plataforma de Contratación del Estado; han elaborado guías y tutoriales para no perderse en esa compleja página; y han realizado asistencia remota desde la sede provincial a los ordenadores de los concellos. «Y también les hemos invitado a venir aquí a nuestros ordenadores a hacer sus licitaciones», explica Miguel Lorenzo, jefe del servicio de informática y administración electrónica de la Diputación.

«Hay que valorar el gran esfuerzo que están haciendo estos ayuntamientos pequeños, es un cambio muy grande y la adaptación está costando mucho y lo están resolviendo muy bien», añade el técnico. Además, la Diputación contratará en breve un equipo de informáticos para consolidar la gestión telemática en toda la provincia. «Lo decimos siempre, en este y en otros asuntos, la Diputación tiene que estar al lado de los municipios más pequeños para cubrir sus necesidades básicas», explica el presidente de la institución provincial, Valentín González Formoso.

Otros municipios, como Oroso o Culleredo, se han adaptado por libre, sin el asesoramiento expreso del ente provincial. «Aunque es común que todo el mundo llame para resolver alguna duda», añade Miguel Lorenzo.

Pide un certificado por vía telemática al Ayuntamiento compostelano y se lo envían por correo

Celestino Amigo es el secretario municipal de A Baña y Carnota, donde aún están en fase de pruebas con el nuevo sistema. Aquí no fueron de la mano de la Diputación. «Hicimos un contrato de asistencia técnica, para no volcarlo solo en una persona, en lugar de ir y venir a los cursos de la Diputación, que nos pillaba un poco a desmano. Estamos a punto de salir, ya hemos iniciado los simulacros de apertura de sobres», explica el funcionario. En estos municipios, como en la mayoría, recurren a la plataforma del Estado, «porque la de la Xunta solo es apta para operaciones muy simplificadas».

Considera «curioso» que las Administraciones de las tres grandes ciudades no hayan liderado el cambio, con la amplia plantilla, informáticos incluido, de la que disponen. Y él mismo ha sufrido ese retraso. «Este verano en Santiago, donde vivo, he pedido un certificado de empadronamiento por vía electrónica y me han enviado un papel a casa», explica Celestino Amigo.

Un ahorro evidente de papel

Ve bien el nuevo sistema en cuanto al ahorro de papel, pero no así en relación al tiempo, «al menos de momento». «Las plataformas están sobrecargadas, hay rechazos, espero que a medio plazo sí comprobemos que es un sistema mucho más rápido, pero todo cambio necesita un período de adaptación», señala del funcionario.