Mueren dos jóvenes al caer a un río dentro de su coche en Tordoia

Margarita Mosteiro Miguel
Marga Mosteiro LA VOZ /

TORDOIA

Marga Mosteiro / Xoán Soler

Los vecinos dicen que escucharon el ruido de un vehículo a gran velocidad y, posteriormente, un fuerte impacto

17 feb 2017 . Actualizado a las 16:34 h.

Dos jóvenes, de 27 y 32 años, amigos y vecinos de Trazo y Val do Dubra, perdieron la vida ayer en un accidente de tráfico ocurrido a las cinco de la tarde en la carretera DP-5903, de Ordes a Portomouro, en el lugar de Pontraga (Tordoia), a cuatro kilómetros de la villa de Ordes. Los fallecidos son José Manuel Lamas Brea y Marcos Lamas Costas, que viajaban en un Peugeot 308 que se precipitó al río Lengüelle, justo en el punto que marca el límite entre Tordoia y Ordes.

La Guardia Civil investiga las causas por las que el coche se salió de la carretera. Vecinos del lugar comentaron que justo unos instantes antes de escuchar un fuerte impacto, oyeron el ruido de un coche que circulaba a gran velocidad. Tras el golpe, los vecinos de las casas más próximas alertaron a los servicios de emergencia, mientras veían cómo el coche se sumergía rápidamente. Una mujer dijo que un vecino intentó tirarse al río, pero desistió al ver que el turismo se hundía en una zona donde el agua bajaba muy turbia.

Fuentes consultadas dijeron que en la bases de datos de la Guardia Civil el coche no consta como asegurado. El vehículo pudo haberse golpeado contra una piedra situada en el borde del precipicio del río, y que desapareció dejando un pequeño hueco en la tierra. Tras este primer golpe, el coche no se deslizó por la ladera, sino que salió despedido contra las ramas de un árbol para caer al río. Algunas fuentes apuntan a que los fallecidos fueron localizados en la parte trasera del coche, que quedó volcado con el techo hacia abajo. El Peugeot quedó destrozado, y el modelo se identificó por la matrícula.

Los bomberos de Ordes intentaron acceder al vehículo, pero al carecer del equipo necesario, desistieron. En un segundo intento, un policía local de Ordes, también sin el equipo adecuado, entró en el agua al tiempo que lo sujetaban sus compañeros con una cuerda, y pudo confirmar que no había supervivientes. Tras horas de espera, los submarinistas de la Guardia Civil llegaron al lugar e inspeccionaron el cauce para asegurar que no había más víctimas. Finalmente, una grúa pudo sacar el coche del río, y los cuerpos fueron rescatados. Al lugar se desplazaron amigos de los fallecidos, que se encargaron de dar aviso a los familiares de los dos jóvenes.