Aparecen nuevas pintadas en el petroglifo sin proteger en el Camino Primitivo en Toques

Natalia Rodríguez Noguerol
n. noguerol MELIDE/ LA VOZ

TOQUES

CEDIDA

El museo comarcal insiste en reclamar señalización disuasoria

25 sep 2019 . Actualizado a las 05:05 h.

No será porque no se advirtió. El petroglifo de Pena Ferrada, localizado en el tramo del Camino Primitivo entre las parroquias de Vilouriz y Villamor, en Toques, volvió a ser blanco para la mano inconsciente del hombre. «Lo que quieres muchas veces no es lo que necesitas», reza la pintada en rotulador que apareció, ocupando una superficie de un metro, en ese elemento arqueológico, catalogado como Ben de Interese Cultural (BIC) por Patrimonio. Y al servicio de protección del Camino de la Xunta, adscrito a esa dirección xeral de la Consellería de Cultura, recurrieron de nuevo en el Museo Terra de Melide para comunicar la agresión, que no es la primera que sufre el petroglifo, uno de los dos que están documentados en la comarca melidense.

«Así levamos un ano», afirma Cristina Vázquez Neira, arqueóloga de la galería, para recordar que, en septiembre del año pasado, desde el museo también se dirigieron a Patrimonio para informar sendas pintadas con un objeto punzante, y llamar la atención sobre la necesidad, a la vista está, de proteger el petroglifo para, precisamente, evitar agresiones como la última de la que tuvieron constancia. Transcurrido un año desde entonces, la autoridad competente no adoptó medida alguna, y desde el museo comarcal insisten en la conveniencia de, al menos, instalar un panel informativo y explicativo sobre la importancia y el valor del elemento arqueológico para que la gente sea consciente de ello y tome conciencia al respecto. «Non podemos evitar que os peregrinos se senten aí, pero si danos ao patrimonio», afirma Cristina Vázquez para incidir en la necesidad de instalar una señalización disuasoria sobre un elemento con motivos prehistóricos -cazoletas y podomorfos- que «lle dá riqueza a ese tramo do Camiño», explica.

En la galería etnográfica de Melide, desde la que también informaron al Concello de Toques del último grafiti para que se coordine con la Xunta en su limpieza y en la señalización del petroglifo, esperan que, esta vez, se proteja, ya que temen que las tres pintadas existentes generen el efecto llamada del que ya advirtieron, sin éxito, cuando, hace un año, aparecieron los primeros grabados sobra la piedra. Esta se presta, por sus grandes dimensiones, para el descanso y es, a mayores, el único lugar susceptible de hacer una parada en un largo tramo del Camino Primitivo. Y así lo deben de apreciar los peregrinos, a tenor de la basura que se acumula el entorno, con colillas, restos de fruta, envoltorios y pañuelos de papel, entre otros residuos.