Los jabalíes se ceban en Toques

Natalia Rodríguez Noguerol
Natalia Noguerol MELIDE / LA VOZ

TOQUES

NOGUEROL

Los ganaderos denuncian una invasión del cerdo salvaje y sus constantes ataques

31 ene 2019 . Actualizado a las 05:05 h.

Suso García peina, prácticamente, día sí, día también, las 7 hectáreas de finca en las que sementó hierba para ensilar en primavera y alimentar el ganado durante todo el año. Tiene una explotación láctea de unas 70 reses en Toques, en donde los ataques del jabalí se multiplicaron de tal manera en el último trimestre que el alcalde del municipio, el socialista Miguel Buján, fue a poner el problema encima de la mesa de la titular de Medio Ambiente de la Xunta, Ánxeles Vázquez. La conselleira se sensibilizó con la situación y «comprometeuse cos alí presentes a proporcionar axudas aos nosos municipios para emendar os danos causados polos lobos e xabarís nas nosas terras», indicó, en su día, Buján, que se reunió con Vázquez, acompañado por sus homólogos de Curtis, Aranga y Sobrado. A estos concellos coruñeses se extiende una problemática, con unas pérdidas para el sector primario que desde Medio Ambiente contribuirán a compensar este año con una línea de ayudas, dotada de 1,2 millones para paliar daños de jabalí y de lobo, y para prevenir ataques de fauna silvestre.

Para los afectados es una medida de apoyo, pero no la solución. «¿De que me serve que me dean 1.000 euros se quedo sen comida para as vacas?, ¿que compras con eses cartos?», explica Suso García. Desde que en octubre sementó hierba para alimento del ganado, «cada oito días vén dar unha volta», afirma en alusión a la frecuencia con la que el jabalí accede a la propiedad, protegida de noche por un pastor eléctrico que no vale de mucho. «Se lle dá por entrar vai pasar igual», comenta esta ganadero, testimonio del asentamiento de un animal que, hasta hace tres años, no era lo que es ahora: «Unha invasión», afirma. Lo corrobora otro afectado de Toques, «Non deixan á xente en paz, por onde entran, arrasan», cuenta este vecino, que también considera que «as axudas non chegan para cubrir a defeita, pero menos é nada». A su juicio, las batidas, «son un método pero non a solución porque non sempre quedan no mesmo sitio; ás veces están de paso e nunha noite poden andar ata 50 quilómetros», explica. Para este vecino de Toques, una salida sería «firmar convenios coas comunidades de montes, cercar unhas hectáreas e soltalos alí para ter controlada a poboación».

Los planes anuales de los dos tecores que operan en Toques, uno de ellos compartido con Palas de Rei, tenían programadas, el año pasado, 35 y 52 batidas, respectivamente. Según Medio Ambiente, no se solicitó ninguna a mayores por danos de jabalí.