La estadística enseña a escribir y barrer: así lo demuestran tres alumnos de Teo

Emma Araújo SANTIAGO / LA VOZ

TEO

DANIELA YANES

El IES de Cacheiras logra un nuevo premio de investigación matemática y estadística

02 sep 2023 . Actualizado a las 21:41 h.

Xavi Riomao, Sergio Castro y Diego Guimeráns son alumnos del IES de Cacheiras (Teo) y sus nombres forman parte ya del largo listado de estudiantes de este instituto que han conseguido múltiples premios en ámbitos científicos como la estadística y las matemáticas, pero también en comunicación audiovisual con el proyecto Aturuxo Films.

En el caso de estos tres alumnos, de entre 12 y 13 años de edad, ganaron en junio el XII Concurso Incubadora de Sondeos y Experimentos, en la categoría de primer y segundo curso de ESO. Para conseguirlo, previamente lograron el mismo premio en Galicia, a la que representaron con éxito en Zaragoza. Lo hicieron con un proyecto, Caldo de áreas, que consistió en inventar un método para calcular superficies geométricas sin necesidad de utilizar fórmulas, «e dunha maneira orixinal». Y para ello recurrieron a alimentos que por su tamaño y peso podrían sustituir a otros sistemas de medición. Y durante siete meses trabajaron sin descanso calculando y recalculando con ingredientes tan minúsculos como cuscús, arroz, pasta y lentejas.

En este proyecto científico colaboraron Trinidad Pazos, vicedirectora del IES y profesora de matemáticas, y Olga Simón, directora que se estrena en el cargo y docente de matemáticas. Ana Rodríguez fue la tutora que los acompañó en todo el proceso. Las tres están especialmente satisfechas con la experiencia, sobre todo por la evolución de los jóvenes, más que por el propio resultado en sí, aunque reconocen que es la mejor prueba del esfuerzo y del trabajo en equipo de los tres estudiantes.

«Todo el proyecto fue una maravilla porque les obligó a ser muy ordenados. Al principio les costó muchísimo porque era un trabajo bastante pesado y muy largo porque después de hacer el experimento tuvieron que explicarlo por escrito con todo detalle. Y el siguiente paso fue exponerlo en público en un aula magna delante de mucha gente. Y ahí demostraron que eran muy capaces de defenderse», recuerda emocionada Ana Rodríguez, que señala que para ella esta última parte de proceso «fue lo más importante porque lo hicieron de maravilla». «De maravilla», incide.

Para llegar a este resultado hubo varios fracasos, mucho trabajo interdisciplinar y otro tanto de gestión de la vida cotidiana en hábitos tan del día a día como «varrer, porque algún non sabía porque na casa teñen robot», explica Xavi Riomao, con anécdotas incluidas cuando les tocó experimentar con los minúsculos granos de cuscús. Trabajar con orden, saber que parte le correspondía a cada uno en la investigación para no salirse del guion y en paralelo recoger la maraña de granos también fue una tarea en la que trabajaron a lo Fuenteovejuna.

Convertidos en estudiantes ordenados, exitosos investigadores y con capacidad para dejar el espacio de trabajo limpio como una patena, dedicaron mucho tiempo a la parte expositiva, con ensayos en el salón de actos desde el atril y con público del instituto para contrarrestar el miedo escénico. «Aprenderon moito e se fixeron moi críticos vendo os fallos dos demais», apunta Trinidad Pazos mientras Olga Simón señala que la experiencia resultó «moi positiva, porque este concurso permite a posibilidade de traballar as matemáticas, a estatística, escribir, aprender a expoñer, e tamén a falar e defender o seu proxecto en público». «Tanto para eles como para nós, como as súas titoras que traballamos todo o curso con eles, sorprendeunos como se creceron cando expoñen», reitera.

El proyecto tenía como objetivos principales aprender a calcular el área de algunas figuras geométricas con distintos tipos de pasta, deducir cual es la más adecuada, relacionar los conceptos de peso y superficie y, sobre todo, «atopar algún método que nos permita chegar a predicir a área doutras figuras de medidas diferentes sabendo o peso da pasta para cubrilas».

Llegaron a la conclusión de que la mejor pasta para su experimento fue el arroz al haber conseguido un margen de error del 2,24 %. «É unha boa estimación? Pois nós pensamos que para ter trece anos e ser o noso primeiro proxecto de investigación non está nada mal», concluye su trabajo, en el que ya dan pie a promover «un novo proxecto para o vindeiro ano». Pronto despejarán la incógnita.

«Gústanme as matemáticas desde que empecei a entendelas e estudalas» 

Con el premio bajo el brazo, los tres alumnos del IES de Cacheiras, además de asegurar que seguirán investigando en el campo de la estadística y las matemáticas, tienen bastante claro por dónde les gustaría enfocar su futuro laboral. Xavi Riomao afirma con convicción que quiere ser bombero y para conseguirlo debe terminar el bachillerato y opositar. A la pregunta de cómo surge esta vocación reconoce que le gusta «traballar en cousas nas que axudas aos demais». Sergio Castro también tiene una única opción en su mente analítica, estudiar matemáticas, una afirmación que genera especial alegría entre las tres profesoras.

Diego Guimeráns rompe la tendencia al afirmar que su primera opción pasa, como jugador de baloncesto que es, por intentar el salto al deporte profesional. Y como sabe que no es tarea fácil, combina su primer sueño con cursar biología o matemáticas. De la primera carrera destaca que «xa desde moi pequeno me gustaba ver e saber de animais». Y en cuanto a las exactas, reconoce que fue un amor tardío. «Gústanme desde que empecei a entendelas e estudalas». En este último caso puede utilizarse el refrán que De casta le viene al galgo, ya que su hermana Alejandra estudia matemáticas, y ganó el mismo concurso a nivel autonómico con un proyecto tutorizado en el curso 2018-2019 precisamente por Trinidad Pazos y Olga Simón, cuando la nueva directora del IES de Cacheiras era profesora de matemáticas en Ribeira.

Este trabajo desde hace años también explica que María Blanco, Mateo Mata y Montserrat Mayo , estudiantes de tercero de ESO del IES de Cacheiras también recibiesen una mención en el mismo concurso, en su caso en la fase autonómica por su proyecto «A incógnita das panteras».