El juzgado entrega a la familia el cadáver de Óscar García Lema, hallado muerto en el Ulla tras 20 días desaparecido

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO / LA VOZ

TEO

La mujer de Óscar García Lema habla con la Guardia Civil durante uno de los operativos de búsqueda llevados a cabo para encontrar a su marido
La mujer de Óscar García Lema habla con la Guardia Civil durante uno de los operativos de búsqueda llevados a cabo para encontrar a su marido PACO RODRÍGUEZ

La ropa y un anillo que llevaba el cuerpo encontrado en el rio en Vedra permitió identificarlo sin esperar a las pruebas de ADN

22 abr 2023 . Actualizado a las 00:12 h.

El juzgado de instrucción número 1 de Santiago ha hecho entrega a la familia del cuerpo sin vida de Óscar García Lema, el hombre de 62 años de edad que fue hallado muerto en el río Ulla a su paso por Vedra tras permanecer desaparecido veinte días. Con este trámite, la jueza en la que recayó la investigación del caso completa un trámite que permitirá el entierro de este vecino de Teo al que se perdió la pista el 29 de marzo cuando salió poco antes de las 13 horas de su casa de Cepeda, en Cacheiras.

En un primer momento todo apuntaba a que la entrega del cuerpo a la familia tendría que esperar a que se tuviesen los resultados de las pruebas de ADN que permitieran la identificación del cadáver, pero no ha sido necesario porque al realizarle la autopsia se comprobó que el cuerpo llevaba la misma ropa que Óscar García cuando desapareció, así como que portaba un anillo de su propiedad. Además, la hora estimada del fallecimiento era compatible con la de la desaparición.

Con todos estos datos, la mujer del desaparecido identificó el cadáver como el de su marido, lo que ha permitido zanjar el caso, ya que el informe preliminar de la autopsia no observa indicios de criminalidad ni la participación de terceras personas en la muerte de García Lema. Se ha confirmado así la tesis con la que la Policía Judicial de la Guardia Civil de Santiago trabajó como más posible desde el inicio: el suicidio.

El fallecido salió de su casa el 29 de marzo sin móvil ni cartera y también se dejó en la vivienda las llaves de la entrada y las del coche. Aunque hay extremos aún que no han quedado claros en este trágico caso, todo apunta a que recorrió a pie los aproximadamente 15 kilómetros que separan Cepeda del puente de Gundián, en Vedra, en un recorrido que le habría llevado unas cuatro horas.

Una vez allí, se habría lanzado al vacío desde el viaducto, que tiene una altura de cerca de 80 metros. Esta zona del Ulla acumula mucho fango en el fondo, por lo que el cuerpo debió quedar atrapado en el lodo, lo que explicaría por qué nadie lo vio durante los veinte días que estuvo desaparecido. Finalmente, el cuerpo emergería y bajó corriente abajo hasta quedar varado en una ribera del río en el área recreativa de Agronovo, donde fue hallado por una persona que hacía senderismo, que fue la que dio aviso a la Guardia Civil.