La carpintería de Teo reconvertida en trasteros flexibles donde solo pagas por los metros que usas

TEO

Un matrimonio ofrece nuevas soluciones inteligentes de almacenaje en una nave desocupada de O Milladoiro
20 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Ahora, que toca guardar la ropa y abrigos de invierno, muchos se encuentran con que no tienen dónde meterlos. ¿Y qué hacer con los muebles de la casa durante una reforma o con las pertenencias personales cuando uno se va a vivir al extranjero y quiere alquilar su vivienda? Para todos estos casos, y muchos otros, han surgido nuevas soluciones inteligentes de almacenaje a medida. Este es el servicio que ofrece MasBox en una nave de Teo que estaba desocupada y se reabrió el pasado verano para albergar trasteros flexibles para particulares o empresas donde solo pagan por los metros que usan.
Tras esta iniciativa está un matrimonio, Elena López Rodrigo y Marcos Bermúdez. Él es farmacéutico y ella arquitecta. «Yo venía de la promoción inmobiliaria y, para la promoción de construcciones, teníamos una carpintería propia en esa nave de O Milladoiro. Con la crisis del 2008 tuvimos que cerrarla», cuenta Elena. El recinto estuvo durante años en desuso y sin candidatos para alquilarlo, por lo que decidieron emprender y darle una segunda vida. «Mi hermana se fue a vivir a EE.UU. y, cuando iba a visitarla, me fijaba en que allí había edificios enteros dedicados a servicios de almacenaje inteligente. La idea me interesó y fui a ver alguno para conocer el funcionamiento. Ya aquí, me puse en contacto con la Asociación Española de Almacenaje y me dieron la referencia de una serie de gestores de este sector. Acabamos uniéndonos con uno de ellos, que casualmente también es gallego», relata la arquitecta. Disponen actualmente de 1.800 metros cuadrados (la nave tiene 2.300) y 143 módulos para almacenar. «Van desde el metro y medio hasta los 40 metros. Las paredes son chapas con tornillos y se pueden ampliar con otras colindantes para adaptar el espacio a lo que cada uno necesite en cada momento. Por ejemplo, una empresa nueva que arranca con poca mercancía puede ampliar la superficie de almacenaje sin cambiar el contrato y luego volver a reducirla», explica.
Destaca, además, que «se paga por días» y no utilizan llaves sino que se accede con claves (que se pueden compartir con empleados o terceras personas) o por una aplicación móvil. Entre sus clientes ya hay desde familias hasta empresas nacionales, aunque los usuarios principalmente son de ámbito provincial. Cuentan con seguridad, con cámaras conectadas con la Policía, y el alquiler incluye el seguro de las pertenencias, a la vez que los arrendatarios tienen derecho a disfrutar de forma gratuita de sus taquillas smart lock para grandes (hay cinco, con capacidad para albergar palés) o pequeños volúmenes (otras catorce, pensadas para paquetes y cajas de tamaño estándar y documentos) que permiten recibir o enviar mercancía sin que ellos tengan que estar presentes, gracias a un código que se facilita a las empresas de transporte.
Y, entre los estudiantes, ya tuvo muy buena acogida a final de curso su campaña para recoger en los pisos que abandonan en verano las cajas que dejan previamente empaquetadas con sus pertenencias y que MasBox les devuelve cuando regresan en septiembre, también a domicilio, ahorrándoles el transporte hasta su almacén y que tengan que andar de un lado para otro con la casa a cuestas (ropa, libros, electrodomésticos...).
Indica Elena que llevaba años barajando la posibilidad de ofrecer un espacio de almacenaje. Incluso cuando estaba allí la carpintería, pensó en aprovechar un espacio que no usaban para montar unos contenedores marítimos, pero «quedó todo en el olvido por falta de tiempo para ver cómo gestionarlo». Hasta ahora, añade, los clientes que han ampliado metros ha sido a plazo largo, por lo que han cambiado directamente a un módulo mayor y no ha sido necesario aumentar el que tenían al principio con más chapas (se hace en el caso de ampliaciones puntuales).