El saldo vegetativo se desploma en Santiago: 945 óbitos y 628 nacimientos

emma araújo SANTIAGO / LA VOZ

TEO

Es un 52 % más que en el balance del 2019, que ya mostraba una diferencia negativa de 208 personas en la ciudad

18 abr 2022 . Actualizado a las 13:47 h.

En el año 1975 Santiago era una ciudad con un saldo vegetativo (diferencia entre nacimientos y muertes) nada desdeñable, con un cómputo positivo de 1.115 personas, lo que prácticamente equivale a toda la población censada de Toques del año pasado, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística.

Pero desde entonces la capital gallega ha ido descendiendo de forma progresiva hasta que en 1999 entró por vez primera en números rojos con un registro negativo de 46 personas. La única excepción hasta hoy se dio en el año 2010, con un balance de 38 nacimientos más que muertes, pero a partir de ese momento Santiago entró prácticamente en caída libre alcanzando en el 2020, año del último cómputo oficial del Instituto Galego de Estatística, la diferencia negativa más elevada desde que hay registros demográficos, con 945 muertes y 628 nacimientos, lo que arroja un saldo vegetativo negativo de 317 personas. Al compararlo con el año inmediatamente anterior llama la atención el fuerte incremento, ya que en el 2019 el balance, también negativo, lo era en 208 personas, lo que supone un incremento del 52 %.

El último dato oficial coincide con el primer año de pandemia, una circunstancia que puede explicar este fuerte incremento, aunque habrá que esperar al fin de la emergencia sanitaria y el análisis de los datos del 2021 y también de este año.

El saldo vegetativo negativo es generalizado en todos los concellos del área compostelana, salvo en Ames y Oroso. El primero inclina la balanza a su favor en 48 personas, mientras que Oroso lo hace solo en tres. Eso sí, este dígito tiene especial valor si se compara con el registro de -57 personas de Arzúa, los -61 habitantes de Teo o los -91 de Santa Comba, el peor cómputo absoluto tras Santiago.

El saldo vegetativo negativo es uno de los síntomas del desequilibrio de la pirámide poblacional, pero el único. El índice de envejecimiento es otro baremo, y en Santiago y su entorno es pájaro de muy mal augurio, aunque en este caso la capital gallega no sale tan mal parada, ya que este índice, que mide la proporción de mayores de 64 años respecto a la población más joven es de 133, muy inferior a la media gallega, que sube a 202 y también mejora el baremo de la provincia de a Coruña, con un índice de 157,75.

En este caso resulta especialmente preocupante el cálculo establecido para el municipio de Tordoia, cuyo índice de 522,29 duplica la media gallega. El hecho de que la edad media en este concello sea de 55,73 años frente, por ejemplo, a los 40,6 de Ames lo explica todo. También destacan, en negativo, los índices de envejecimiento de Santiso (499,97), Toques (474,51), A Baña (454,4) y Boimorto (408,66). Por debajo de las medidas de Galicia y la provincia están Ames (60,24), Brión (112,73), Ordes (145,76), Oroso (82,02), Padrón (146,43), Santiago (133,26) y Teo (111,24).

Teo lidera la tasa bruta de nupcialidad

 

 

La reciente radiografía estadística que publica el IGE incorpora datos muy curiosos. Uno de ellos es la tasa bruta de nupcialidad, que mide el número de bodas por millar de habitantes. Y en este caso llama la atención que sea el municipio de Teo el que tenga, con 3,03, la tasa más alta. Está encima de Santiago (2,11), además de superar la media gallega (2,08) y también la de la provincia de A Coruña, de 2,17.

La explicación a tan particular estadística puede estar en la oferta hostelera del municipio para acoger bodas. Así lo entiende la teense Salomé Beiroa, que precisamente se dedica desde hace varios años a la organización de este tipo de eventos allí donde sean requeridos sus servicios. «En Teo hai polo menos sete grandes espazos moi especializados para acoller grandes cerimonias».

Y si a esto se añade que las parejas suelen preferir casarse en el mismo sitio en el que organizan el banquete, Teo es una opción muy viable por las características de estos espacios, y también por su cercanía con Santiago, explica Beiroa.