Luisito, tras el trombo: «Foi das poucas veces que sentín medo»

Nieves D. Amil
Nieves D. Amil PONTEVEDRA /LA VOZ

TEO

Ramón Leiro

El técnico de Teo se recupera y podrá seguir al frente del Pontevedra

25 feb 2021 . Actualizado a las 11:43 h.

Después de haber pasado la tempestad, llega una calma en forma de reflexión. «Foi unha das poucas veces na miña vida nas que sentín medo», reconocía ayer Luisito tras recuperarse de un trombo que sufrió en el brazo derecho y que venía arrastrando desde el jueves pasado. «Empecei a atoparme mal o xoves, pero o venres vin adestrar igual», explica el técnico de Teo, que viendo que la situación empeoraba se puso en contacto con el club el sábado por la mañana para acudir al centro de salud y salir de dudas sobre esa presión que empezaba a ser insoportable. Acudió al PAC de A Parda, en Pontevedra, y salió de ahí con un diagnóstico: «O médico díxome que ao 95 % era un problema muscular, pero eu sabía que non», apunta. Y prosigue: «Todos cometemos erros, eu o primeiro, o que pasa é que este puido custarme a vida».

A lo largo del sábado y del domingo solo empeoró, pero su pasión por el fútbol y su compromiso con el Pontevedra CF hizo que el domingo estuviese en el banquillo granate para dirigir el partido contra el Compostela. «Estaba moi mal, solo estaba desexando chegar a casa», explica.

Al acabar el encuentro habló de nuevo con el médico del club, José Barragáns, que le citó el lunes por la mañana para someterse a una ecografía en al Hospital Quirónslaud Miguel Domínguez, donde confirmaron un nuevo diagnóstico que nada tiene que ver con la lesión muscular. «Cando ma fixeron, viron que era un trombo grande que estaba preto do pulmón, o tiña na zona da axila», indica Luisito, que de ahí salió hacia el Clínico de Santiago para que lo viese un especialista. Horas y horas de pruebas que concluyeron de madrugada. «A médico díxome que me salvei de milagre porque se o trombo fose un pouco máis pequeno, non o houbese contado», subraya Luisito, que hoy volvió al campo de Xeve, aunque no dirigió al equipo. «O primeiro que lle preguntei á doutora é se podía voltar aos adestramentos e díxome que si», apunta el técnico de Teo, que está previsto que hoy retome la actividad para llegar la próxima semana a Riazor al máximo nivel: «Sóbrame forza mental e física, a médico díxome que este tipo de trombos lle dan aos deportistas de alto nivel, pero eu nin son alto nin teño nivel», bromea. El técnico de Teo está con fuerza para volver a sentarse en el banquillo porque no entiende la vida de otra forma. «Estou ao 100 %, non sei estar de outro xeito e agora xa estou maquinando co Deportivo», reconoció el míster, que ayer acudió al estadio de Pasarón para contar en primera persona lo que le había sucedido.

«Vedes como son inmortal»

Durante los próximas semanas tendrá que seguir inyectándose anticoagulante antes de comenzar un tratamiento a largo plazo. En cuanto a lo deportivo, podrá volver, pero tendrá que tener cuidado de no golpearse fuerte o cortarse y su pasión por la bicicleta tendrá que quedar aparcada un tiempo. Luisito asegura que paso mucho miedo. «Son moi cazurro, lle debo tanto a este clube que ocultei todo e dirixín o partido». Ahora se encuentra bien, salvo esas pequeñas molestias que tiene con cada inyección. El miedo quedó atrás, pero durante una temporada tendrá que evitar los golpes fuertes y aparcar la bicicleta. Cuando este miércoles volvió a ver a sus jugadores le recordó con humor algo que le dice muchas veces: «Vedes como eu son inmortal».

Antes de despedirse ayer en el estadio de Pasarón, Luisito quiso agradecer las muestras de cariño que recibió durante estos días, tanto del mundo del fútbol, como de fuera. «Espero que siga aquí por moito tempo, soamente podo dar as grazas».